Puede ayudar a vivir más tiempo. Un estudio científico publicado en Journal of Nutrition, ha demostrado que la vitamina D puede alargar los telómeros, las partes de las células que contienen información del ADN y sirven como marcadores biológicos del envejecimiento. Los telómeros se acortan a medida que envejecemos, y cuando se acortan demasiado, la célula muere. Otra investigación llegó a la misma conclusión, afirmando que la vitamina D puede tener efectos potencialmente beneficiosos sobre el envejecimiento y las enfermedades relacionadas con la edad.
Mejora la salud ósea. Aunque es un hecho poco conocido, los huesos se descomponen y reconstruyen constantemente. La vitamina D tiene un rol fundamental en este aspecto ya que ayuda al cuerpo a absorber el calcio, lo que fortalece los huesos y disminuye el riesgo de desarrollar osteoporosis.
Ayuda a regular el sistema inmune. La vitamina D contribuye al buen funcionamiento de los glóbulos blancos y ayuda a regular la respuesta del sistema inmune para que no sea hiperactivo. Esto permite reducir el riesgo de enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, la diabetes tipo 2 y el lupus.
Podría reducir el riesgo de cáncer. Algunos estudios han descubierto que la deficiencia de vitamina D está asociada a un mayor riesgo de cáncer, como el de mama, colon, próstata, leucemia, linfoma y melanoma. Sin embargo, los datos son contradictorios. Una investigación científica descubrió que los altos niveles de vitamina D no reducían el riesgo de cáncer de estómago, próstata o esófago, pero podían reducir el riesgo de cáncer de colon. Mientras que otro estudio no encontró ningún efecto significativo de la vitamina D en el cáncer de mama.