José García Sánchez
CDMX a 10 de junio, 2019 (Noticias México).- Ante los embates estridentes de los líderes nacional y de la Ciudad de México, del PAN, los senadores de ese partido trataron de enmendar los errores, pero lo único que mostraron fue una gran división entre cúpula partidista, y sus legisladores.
Las reiteradas recriminaciones de Marko y Atayde, contra quienes asistieron a Tijuana para mostrar unidad y ejemplo de dignidad, los senadores tuvieron un momento de lucidez y se vieron solos en el escenario político del país, de ahí que de inmediato se formaran en el patio del senado para hacer una declaración al respecto: Los integrantes del Grupo Parlamentario del PAN consideramos positivo que se haya suspendido la imposición unilateral de tarifas arancelarias a los productos mexicanos en los Estados Unidos.
Pero como todavía no entienden los panistas los movimientos sociales reales, añadieron que no son formas de hacer política. La política, para ellos, se hace en el escritorio y con muchos ayudantes y varios guaruras. Ante esta situación los reyes de la congruencia dijeron:
“Demandamos que la política exterior de México se retome como una política de Estado y se desarrolle en el marco de los canales diplomáticos institucionales, y la concurrencia del Poder Ejecutivo federal y el Poder Legislativo, para su análisis en el ejercicio del control legislativo, como lo establece la Constitución mexicana”. Tal vez quieran decir que el evento de Tijuana viola la ley.
No se han dado cuenta de la dimensión de su tamaño político ni de sus derrotas continuas y crecientes. La delirante idea del triunfo y el avance electoral sólo está en la mente de su líder nacional.
La realidad es que hay diferencias y grandes en el PAN, más aun si a esto añadimos la postura de los diputados que no quisieron quedarse atrás para figurar en la foto de la disidencia obediente y burocratizada al pedir que el gobierno informe los detalles del acuerdo firmado con Estados Unidos, porque México “no está en condiciones de ofrecer oportunidades laborales y acceso a la salud y educación a los migrantes y sus familias…”.
Cuando sus presidentes gobernaron el país nunca se preocuparon ni Fox ni Calderón por el empleo. Recordemos que la consigna de campaña de este último fue al del Presidente del empleo, pero sus intereses personales le obligaron a cambiar de eslogan -durante su gobierno- para convertirse en el Presidente de la guerra contra el narco, que sólo arrojó sangre de cientos de miles de mexicanos.
Pero ahora el PAN quiere saber sobre el problema de empleo y lo único que muestra que han perdido la brújula. No tienen liderazgo, tienen una cúpula dispersa y poco preparada, unos senadores que van por un lado y unos diputados que van por el suyo. Pero sobre todo el PAN carga una derrota a cuestas que ya no soporta, por eso respira por la herida.
El PAN es un partido de pocos militantes. Ellos mismos no saben cuántos panistas hay en este planeta. Sin embargo, la cúpula, los senadores y los diputados parecen ser los únicos militantes que están a la vista y lo que se aprecia es que hay tres grupos con visiones diferentes sobre un mismo problema, y en este caso específico de la reunión de Tijuana, son cuatro posturas diferentes al agregar al del líder en la Ciudad de México.
Ahora podrán darse cuenta que las cuatro posiciones panistas, están equivocada porque todas ellas los aíslan y lo muestran fuera de una realidad que caminan más rápido que su idea política y partidista del país.
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