Por Alan Guerrero
CDMX a 16 de febrero, 2022 (Noticias de México).- El cacao está ligado a la cultura gastronómica de México y forma parte de la vida cotidiana. Pues se utiliza no sólo en golosinas y bebidas, sino hasta en uno de los platillos más representativos y de tradición como es el mole, que no puede faltar en las grandes celebraciones.
Tan importante es el cacao en México que se creó el Museo del Chocolate, en el número 45 de la calle Milán, colonia Juárez de la alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México, en un espacio que recuerda a una casa antigua; en cuyas salas se exhiben piezas elaboradas a base del cacao realizadas en México, Europa, Estados Unidos y Asia, que datan de los siglos XVII al XX.
En nuestra historia culinaria sabemos que para los mexicas el cacao era uno de los alimentos más preciados; y lo asociaban con el corazón humano por contener ambos líquidos preciosos; por un lado, la sangre; y por otro, el chocolate.
De acuerdo con relatos históricos, el chocolate era uno de los principales alimentos para los guerreros o soldados en cualquier guerra; desde los mexicas hasta Napoleón Bonaparte, siempre cargaban consigo algunos gramos de este alimento para soportar cada batalla.
El cacao es el nombre que recibe el árbol que da como fruto las semillas o mazorcas de entre 15 y 30 centímetros de largo y 7 de ancho; y su gama de colores va desde el amarillo, anaranjado, rojo, hasta el púrpura.
En México, el metate fue una de las herramientas que más se utilizó para transformar el cacao en chocolate de manera artesanal; así como el Molinillo, aquel palillo de madera, que desde el primer vistazo da la sensación de una herramienta rudimentaria y antigua, pero que a su vez es tan perfecta para el chocolate, un dispositivo que sólo podría haber sido concebido por la más experimentada mano carpintera.
El origen de las barras de chocolate. Así como muchos artículos de la vida cotidiana comenzaron siendo primero creados para el ejército, también las barras de chocolate se crearon durante la Segunda Guerra Mundial, para las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, haciéndolo más compacto y duradero, gracias a su empaque.
El museo cuenta con cinco salas permanentes. La entrada tiene un costo al público en general de 75 pesos; y al final del recorrido hay una tienda de productos a base de chocolate, desde barras hasta bebidas, o si quieres ser una enciclopedia en este tema, hay libros especializados; así que no olvides llevar algo de dinero extra.
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