Hay diferentes tipos de café. Algunos de ellos contienen más azúcar y grasa, y otros, menos. A veces le añadimos nata o algún sirope.
Pero agregar a esta bebida una gran cantidad de nata y leche hace mucho daño a las personas con un elevado nivel de colesterol en sangre, alerta Eleana Kaidanian, una nutricionista y propietaria de una clínica privada neoyorquina.
«Las grasas saturadas de la nata y de la leche que se añaden diariamente [y, como regla general, muchas veces al día] al café, pueden afectar a los niveles de colesterol«, señala la especialista.
«El café puede tener muchos beneficios. Por ejemplo, ofrece antioxidantes, pero los consumidores a menudo abusan de aditivos», lamenta la doctora.
Lo mejor que puedes hacer si tienes un alto nivel de colesterol es cambiar tus hábitos de consumo de esta bebida, expone la dietista.
«Que pudieses pasar al café solo sería ideal. Si no es una opción para ti, fíjate en las alternativas [a la leche de vaca] no dulces y vegetales, como [la leche] de avena, almendra, garbanzo o soja», aconseja Kaidanian.
Para reforzar el sabor, puedes agregar canela o cacao en polvo no dulce, que, además, es rico en antioxidantes, recomienda la especialista.
Colesterol y grasa
Un alto nivel de colesterol no se nota inmediatamente, pero con el paso del tiempo repercute en la salud, recuerda la nutricionista. Ante todo, afecta al corazón y a los vasos sanguíneos, enfatiza la doctora.
El tipo de grasa también influye en el nivel de colesterol, asegura Kaidanian. Así, las grasas saturadas que contienen por ejemplo la mantequilla, los embutidos y la comida asada pueden ser dañinas para la salud, mientras las insaturadas proporcionadas en grandes cantidades por los aguacates son beneficiosas para nuestro organismo, añade.
