CDMX, 4 de Noviembre del 2021.- El metabolismo es un conjunto de procesos biológicos en el que el organismo convierte los alimentos en energía, logrando que se mueva y queme grasa. Cuando es lento, el cuerpo tiende a subir de peso, hay sensación de fatiga, la temperatura corporal es baja y los problemas digestivos son comunes.
Por el contrario, si es muy rápido, es difícil ganar peso, el apetito es constante, hay una mala absorción de nutrientes y es posible que sufras de insomnio, nerviosismo y ansiedad. Por eso, hay que buscar tener un metabolismo activo y equilibrado, y no muy lento o acelerado.
Pero, ¿sabías que pasar mucho tiempo sin comer es uno de los factores que desequilibra el metabolismo? Así es, y se complica aún más cuando después de este período quieres compensar tu desgaste de energía llevando a tu estómago cualquier antojo que se te ponga enfrente, como galletas, dulces o refrescos.
Para evitarlo, es imprescindible tener horarios establecidos e incorporar pequeñas colaciones entre comidas, ricas en fibra, proteína y grasas saludables para que te mantengan satisfecha y estabilicen los niveles de azúcar en la sangre.
El Almond Board of California nos comparte algunas sugerencias de snacks para activar el metabolismo ¡y nosotros te decimos cómo prepararlas de la manera más deliciosa!
Almendras con chocolate
Es un snack rico, fácil de llevar a cualquier lado y, sobre todo, nutritivo. Por su parte, el consumo de almendras promueve el correcto funcionamiento del organismo, disminuye el riesgo cardiovascular, balancea el colesterol bueno y malo en el cuerpo, aumenta los niveles de energía y es un shot de vitamina E y B. Mientras tanto, el azúcar y la cafeína del chocolate amargo incrementa tu desempeño, te mantiene enfocada en las actividades del día y alivia el estrés.
¿Cómo preparar el snack? Derrite 3 cucharadas de chocolate amargo y cubre la mitad de un puñado de almendras con él.
Frutos secos y yogur
Los frutos secos son de fácil digestión y el azúcar que tienen se descompone rápidamente, regalándote un boost de energía. Si a esta mezcla le agregas nueces, te mantendrá satisfecha durante más tiempo y te llenará de vitaminas, minerales, antioxidantes y grasas buenas.
¿Cómo preparar el snack? En un vaso coloca una cama de yogur griego sin azúcar, una cama de frutos secos y otra de nueces. Repite una vez más hasta llegar al borde.
Manzanas con crema de almendras
Las manzanas son altas en antioxidantes, tienen pocas calorías y aportan sólo 13 g de azúcar, lo que, de acuerdo a la información de Almond Board of California, resultan una fuente de energía más efectiva que el café. OMG! Si las cubres con crema de almendra, tendrás también proteína y saciedad a lo largo del día.
¿Cómo preparar el snack? Corta una manzana en rebanadas y sirve con dos cucharadas de crema de almendra para comerlas en conjunto. Si sientes que tendrás un bajón, sustituye la manzana por plátano.
Pudín de chía y frutas
La chía es rica en fibra soluble que absorbe grandes cantidades de agua, se expande en el estómago, aumenta la saciedad y disminuye la inflamación. Si la incluyes a diario junto con frutas, ¡tendrás uno de los snacks más deliciosos para media tarde!
¿Cómo preparar el snack? Mezcla ½ taza de leche vegetal con 3 cucharaditas de chía y deja reposar toda la noche en la nevera. Al día siguiente, licúa ½ taza de kiwi, un puñado pequeño de espinacas y ½ pieza de plátano y sirve en un vaso. Vierte encima la mezcla que se quedó en el refri y decora con trozos de kiwi.
Bolitas de cacao
Esta es una bomba de energía que a su vez, mantendrá tu metabolismo activo gracias a los nutrientes de cada uno de sus ingredientes: avena, almendras, arándanos, coco, miel y chocolate amargo. Además, ayudan al aumento de masa muscular y al mantenimiento del peso corporal, debido a sus niveles de proteína, carbohidratos saludables, grasas y fibra.
¿Cómo prepararlos? En un tazón mediano, mezcla avena, cocoa, almendras, miel, arándanos secos, hojuelas de coco y crema de almendra. Cubre el bowl, refrigera por 20 o 30 minutos y después de este tiempo, toma pequeñas porciones del tamaño de una trufa, hazlas bolita y colócalas en una charola con papel encerado. Regresa al refrigerador por 2 horas, ¡y ya estás lista para disfrutarlas!
