Fue en 1968 cuando el italiano Gian Franco Brignone sobrevolaba las costas jaliscienses a bordo de un Cessna 172 para darse cuenta que había llegado al paraíso. Pensando en el futuro, decidió que sería allí donde pasaría sus últimos días y se apresuró a comprar 12 kilómetros de costa, convocando para la gran labor a los arquitectos Marco Aldaco, Jean Claude Galibert, Diego Villaseñor, Alberto Mazzoni y Luis Barragán.
Sinónimo de lujo y exclusividad, Costa Careyes, Jalisco, también es un edén que sobresale por su preocupación de convertirse en un destino responsable. Alojarse en alguna de sus villas, casas, o bungalows, tiene un alto costo que compensa los cuidados y dedicación depositados en cada centímetro de Costa Careyes. Sin embargo, la familia Brignone, ha sido enfática en reiterar que no se trata de un complejo hotelero ni un resort, sino de una comunidad donde la naturaleza es la protagonista.
Personalidades como el cineasta Francis Ford Coppola, la modelo alemana Heidi Klum, la actriz Salma Hayek, el cantante Luis Miguel e incluso el genio Salvador Dalí, disfrutaron en algún momento de la tranquilidad y encanto de Costa Careyes.
Pero Costa Careyes, Jalisco no solo es refugio de celebridades e intelectuales, sino también de hermosos ejemplares de tortugas laúd, prieta, golfina y carey, de la que toma el nombre.
A estas se suman otros cientos de especies de aves, flora y fauna que gozan de sus áreas protegidas, lejos del arribo masivo de los humanos.
Costa Careyes se localiza en el corazón de la Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala y para llegar puedes hacerlo desde Manzanillo, en un viaje que te tomará una hora 50 minutos por carretera (105 km); o bien desde Puerto Vallarta, con dos horas y 50 minutos de trayecto (170 km). Otros viajeros pueden aterrizar, incluso, por jet privado ya que hay una pista cerca.
