CDMX 8 de octubre del 2020.-El campo mexicano cuenta con una extensa variedad de semillas, pero se está enfrentando a diversos cambios derivados del cambio climático, lo cual hace necesario producir nuevas variedades que sean resistentes a estos cambios que no dependen del agricultor. Una variedad vegetal representa a un grupo definido de plantas, a partir de las cuales, mediante un minucioso trabajo de selección y de investigación, se logra obtener una variedad mejorada.
Existen muchas especies vegetales y dentro de ellas variantes, pero no son suficientes, ya que cada agricultor necesita más variedades dependiendo de las necesidades del clima donde será sembrada, el tipo de suelo y otras particularidades. Para poder generar variedades nuevas, se realiza una investigación y selección, a través de laboratorios especializados. En este tema México tiene una larga trayectoria, pues lleva aproximadamente 80 años practicando el Mejoramiento Genético, sin embargo, es fundamental incrementar esta práctica y generar nuevas variedades de semillas.
La semilla es el insumo fundamental en la cadena productiva agroalimentaria de granos, hortalizas, forrajes, frutas, leche, huevo, carne, entre otros; además, contribuye en la producción de fibras para el vestido, y biocombustibles.
A través de la creación de nuevas variedades vegetales, es posible producir más con menos. Por ejemplo: si una variedad es resistente a una plaga se usan menos plaguicidas, por lo que el agricultor gasta menos, su producción es buena y garantiza protección para el medio ambiente. Pero las nuevas variedades no solo ayudan a los agricultores, también aporta beneficios al consumidor, pues les permite tener acceso a productos que aportan mayores nutrientes y que tienen una vida más larga en el anaquel.
Los principales beneficios de la creación de nuevas variedades vegetales son:
- Se genera mayor producción y logrando autosuficiencia alimentaria para una población creciente día a día.
- Detona la inversión, dando la certeza de que en México se respeta, protege y da valor al desarrollo de variedades vegetales.
- Reduce la dependencia de importaciones extranjeras.
- Ayuda a enfrentar los desafíos agrícolas con mejores rendimientos y mayores resistencias a plagas y cambios climáticos.
- Disminuye la huella agrícola en el medio ambiente.
Se necesita proteger las creaciones y registrarlas para hacer frente a variedades piratas que ya están en el mercado y que afectan a los agricultores, dañando sus tierras al contaminarse y atraer plagas, generando pérdidas.
