Ángel Gabriel R. R.
CDMX a 3 de agosto de 2021 (Noticias de México).- En el Día Mundial contra la Trata, la Organización de las Naciones Unidas dio a conocer que México ocupa el tercer lugar mundial en el número de víctimas de trata; siendo mujeres, jóvenes y niños, los más vulnerados.
Cabe mencionar que la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) a través de su último informe, durante el 2018, 148 países detectaron alrededor de 50 mil víctimas, lo que representa un incremento de la trata con relación al informe emitido durante el 2016.
El informe agrega que el número y el perfil de los afectados se centra en el género femenino, tan sólo en América Latina representa el 79% de las víctimas, 49% de ellas son mujeres adultas para el comercio sexual; el 23% lo comparten niños y niñas comúnmente para trabajos forzados, representado así el porcentaje más alto a nivel mundial de trata de mujeres y explotación infantil.
Otro de los sectores más afectados son los migrantes ya que más del 50% de ellos fueron objeto de trata con fines de comercio sexual un 38% para la explotación laboral y el resto para extracción de órganos y diversos fines.
Este año en México “La Campaña A 21” organización internacional contra la trata, informó, a través de su representante en América Latina, Angie de Luna, que en el país aproximadamente 300 mil infantes y adolescentes son víctimas de explotación laboral, 80 mil de ellos están ubicados en la Ciudad de México; lo que pone en la mira al país como el tercero con mayor número de víctimas por trata a nivel mundial, incluyendo pornografía infantil.
En 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 30 de julio como el Día Mundial contra la trata para «concientizar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano para promocionar y proteger sus derechos»
Para precisar, la trata de personas según el protocolo de Palermo, ratificado por México el 25 de diciembre de 2003, es “la captación, el transporte, el traslado, la acogida o recepción de una o más personas con fines de explotación, siempre y cuando se recurra a la coerción, fraude, engaño, abuso de poder, abuso de una situación de vulnerabilidad, concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra”.
Este delito representa a nivel mundial la violación más grande sobre los derechos humanos ya que atenta contra la libertad de la persona en abuso de su vulnerabilidad.
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