• 2 de mayo de 2024 16:57

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La desaparición en México es el paradigma del crimen perfecto, concluye CED

Martes 12 de abril, 2022.- En las conclusiones del Comité Contra las Desapariciones Forzadas destaca para que en México la desaparición deje de ser el paradigma del crimen perfecto es urgente dar respuesta a todas las cuestiones identificadas en el presente informe, tanto para los casos que se iniciaron en el pasado, como para los perpetrados recientemente.

El Comité de la ONU contra Desaparición Forzada urgió al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador a frenar el enfoque militarizado de la seguridad pública, regresar al ejército a los cuarteles y convertir a la Guardia Nacional en un organismo de carácter civil.

El Comité tras 8 años de solicitar la visita a México refiere que la delegación visitó 13 entidades federativas: Chihuahua, Ciudad de México, Coahuila, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz,

Sostuvo reuniones con más de 85 instituciones de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como con órganos autónomos, tanto en el ámbito federal como estatal; se reunió con decenas de colectivos de víctimas y centenares de víctimas y organizaciones de la sociedad civil provenientes de 31 de las 32 entidades federativas; y
acompañó a exhumaciones y jornadas de búsqueda en las entidades federativas de Coahuila, Estado de México y Morelos.

La delegación también visitó el Centro Regional de Identificación Humana de Coahuila y varios centros de privación de libertad federales y estatales, y estaciones migratorias. El Comité agradeció a las instancias visitadas por su disposición pero de manera muy especial a las familias y allegados de las personas desaparecidas por sus testimonios, perspectivas y propuestas y destaca públicamente su movilización y lucha diarias.

El fenómeno de la desaparición Forzada en México

La visita señala el CED les permite visibilizar la dimensión del fenómeno de la desaparición en México. En las cifras oficiales disponibles al 26 de noviembre de 2021 se encontraban registradas 95.121 personas desaparecidas, de las cuales 112 habrían desaparecido durante la visita del Comité.

“Según la información brindada al Comité, entre 2006 y 2021 se produce un crecimiento exponencial de las desapariciones en el país, pues un porcentaje superior al 98 % tuvo lugar en dicho período”, citan en su reporte .

Los datos evidencian la estrecha relación entre el incremento de las desapariciones y el inicio de la llamada “guerra contra el narcotráfico” -y así la encomillan- que se produjo durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), durante el que se puso en práctica una política caracterizada por el despliegue de las fuerzas armadas para cumplir funciones de seguridad pública, que se mantuvo e incluso se ha agudizado en los siguientes
sexenios
.

De este modo, si en la segunda mitad del siglo pasado las desapariciones se caracterizaron por ser principalmente mecanismos de represión política cometidas por agentes del gobierno y las fuerzas armadas cuyas víctimas eran mayoritariamente grupos sociales de oposición, a partir de 2006 las desapariciones reflejan una gran diversidad de
perpetradores, modalidades y víctimas.

El Comité toma nota de que, según la información proporcionada por el Estado parte, en los dos últimos años se ha producido una reducción en el número de personas desaparecidas. No obstante, también observa que, según la información disponible, las desapariciones frecuentemente se reportan entre uno y dos años después de su
perpetración, lo cual limita las posibilidades de extraer conclusiones definitivas a partir del análisis de las cifras más recientes.

Al respecto, el Comité recibió información preocupante tanto de autoridades como de víctimas sobre la existencia de diversos patrones en la comisión de desapariciones forzadas que afectan a la gran mayoría de las entidades federativas.

Las desapariciones forzadas continúan siendo cometidas directamente por agentes públicos del ámbito federal,
estatal y municipal. Además, la delincuencia organizada se ha convertido en un perpetrador central de desapariciones, con diversas formas de connivencia y diversos grados de participación, aquiescencia u omisión de servidores públicos.

Desapariciones en México: una impunidad casi absoluta

En base a la información proporcionada por el Estado parte, al 26 de noviembre de 2021,solo un mínimo porcentaje de los casos de desaparición de personas, entre el 2 % y el 6 %, habían sido judicializados, y solo se habían emitido 36 sentencias en casos de desaparición de personas a nivel nacional

A ello se suma la actitud, pasiva muchas veces, de las instituciones judiciales frente a
un fenómeno tan grave como la desaparición de personas,
 cuya atención es responsabilidad de todos los ámbitos del poder público.

Lo anterior contribuye a la notable falta de confianza de las víctimas en las instituciones, que a su vez resulta en un alto número de casos no reportados o denunciados.

La impunidad en México es un rasgo estructural que favorece la reproducción y el encubrimiento de las desapariciones forzadas y pone en peligro y causa zozobra a las víctimas, a quienes defienden y promueven sus derechos, a los servidores públicos que buscan a las personas desaparecidas e investigan sus casos y a la sociedad en su conjunto.

La impunidad, además, opera como factor de revictimización y socava el impacto de cualquier
iniciativa para erradicar y prevenir las desapariciones forzadas. Como una víctima expresó
durante la visita: “de fe y esperanza vive el ser humano, pero habiendo injusticia su alma
nunca descansa”. La lucha contra la impunidad de las desapariciones en México es, por tanto,
impostergable.

Crisis forense: una realidad de profunda preocupación

El Comité expresó su profunda preocupación ante la crisis forense a la que se enfrenta el país. Según los datos públicos, más de 52.000 personas fallecidas sin identificar yacen
actualmente en fosas comunes, instalaciones de los servicios forenses, universidades y
centros de resguardo forense.14 Esta cifra, a pesar de su magnitud, no incluye los cuerpos
todavía no localizados, ni los miles de fragmentos de restos humanos que las familias y
comisiones de búsqueda recogen semanalmente en las fosas clandestinas.

Los estados de Baja California, Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Chihuahua, Tamaulipas y Nuevo León concentran el 71,73 % de los cuerpos no identificados.

Los servicios forenses son insuficientes, y, como se desarrolla más adelante, varios de los
instrumentos previstos en la Ley General todavía no han sido establecidos y no se cuenta con una política pública de identificación humana en relación con la desaparición de personas.

Según varios expertos entrevistados, en las actuales condiciones serían necesarios 120 años
para identificarlos, sin contar los nuevos cuerpos que se van sumando cada día.

Necesidad de una Política Nacional de Prevención y Erradicación de las Desapariciones Forzadas.

En las últimas décadas, las autoridades, las víctimas, organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales, la academia y la cooperación internacional han promovido múltiples proyectos y políticas públicas para afrontar las desapariciones. Sin embargo, al no llevarse a cabo estas actuaciones en un marco global coordinado conllevan duplicaciones y desigualdades en el compromiso y la calidad de las intervenciones desarrolladas.

La gravedad de las desapariciones, la diversidad e intensidad de sus impactos para las víctimas y la sociedad mexicana en su conjunto requieren de la adopción e implementación urgente de una Política Nacional de Prevención y Erradicación de lasdesapariciones.

Para ello, el Comité urge al Estado parte a que la política nacional aborde el conjunto de las observaciones y recomendaciones presentadas, teniendo como ejes transversales los estándares de debida diligencia, el enfoque diferencial y de derechos humanos.

“La política nacional debe ser integral, atender y combatir las causas de las desapariciones forzadas y apuntar a su no repetición. Debe contener acciones concretas e indicadores mensurables que permitan evaluar su cumplimiento y resultados. Con esta finalidad, deberá establecerse un sistema de monitoreo transparente e independiente que asegure la rendición de cuentas.

El diseño de la política nacional debe involucrar a todas las autoridades federales, estatales, municipales, así como a los órganos autónomos de México y a amplios sectores de la sociedad, incluyendo las víctimas y colectivos de víctimas y sus representantes.

La implementación de la política nacional debe contar con la firme voluntad
política y el compromiso efectivo de todas las autoridades del Estado, destaca el informe.

El Comité recomienda al Estado parte convocar a los organismos y comunidad internacionales para articular mecanismos de cooperación y coordinación de los múltiples proyectos promovidos para afrontar las desapariciones. El Comité considera urgente que dichos proyectos se desarrollen de forma más concertada con el fin de evitar duplicaciones y salvar las lagunas de protección existentes.

Abandonar el enfoque de militarización de la seguridad pública

Como ya ha sido ampliamente denunciado en el ámbito nacional e internacional, el enfoque de seguridad pública adoptado por el Estado desde los años noventa y fomentado por la reforma legislativa del 2006 que ha sido caracterizado por la militarización para combatir la delincuencia, ha sido insuficiente e inadecuado en lo que atañe a la protección de derechos humanos.

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