No se puede subestimar el peligro de esta enfermedad. Un coágulo de sangre desprendido puede provocar un ataque cardíaco, un derrame cerebral o hasta la pérdida de extremidades.
Sin embargo, unos hábitos alimenticios adecuados pueden reducir el riesgo de esta enfermedad.
Por ejemplo, las personas adictas a los alimentos grasos y los carbohidratos corren un alto riesgo de padecer esta enfermedad. Sin duda, las papas, el maíz y el arroz pueden estar presentes en nuestro menú, pero lo más importante es variar la dieta cotidiana con proteínas, productos ricos en fibra, sin olvidarnos de las verduras y frutas frescas.
«El consumo excesivo de carbohidratos simples y azúcar, que se encuentran en cantidades considerables en salsas, productos semiacabados y alimentos bajos en grasa es bastante peligroso», explica el cardiólogo Vladímir Pirózhnikov.
Otro producto peligroso, pero amado por muchos, es la salchicha curada. Este producto tiene una gran cantidad de colesterol que provoca la formación de placas que con el tiempo pueden causar la aparición de los coágulos de sangre. Sería mejor reemplazar los productos ahumados con carne cocida o pechuga de pollo, señaló el médico.
Al mismo tiempo, abusar de las dietas también es una mala idea. La base de cualquier dieta es la eliminación de líquidos del cuerpo, y con esto comienza la deshidratación del cuerpo y, como resultado, el aumento de la coagulación de la sangre, explicó.
El exceso de vitamina K también puede ser peligroso y causar la trombosis. Este micronutriente es clave para nuestro organismo. Desempeña un papel importante en la coagulación de la sangre, asegurando la síntesis de proteínas, para que nuestro cuerpo pueda evitar la pérdida severa de sangre en caso de necesidad. Por tanto, su exceso puede conducir a problemas globales, especialmente en las personas que tienen una predisposición a las venas varicosas y a un aumento de la coagulación de la sangre. Así que antes de tomar los suplementos con esta vitamina es necesaria una consulta médica.
