Puerto Morelos, QR, 30 de noviembre de 2023 – En un preocupante desarrollo medioambiental, importantes poblaciones de corales en el Caribe mexicano, incluyendo especies como la cuerno de alce y la coral de fuego, han desaparecido debido a un drástico aumento en las temperaturas marinas. Lorenzo Álvarez Filip, biólogo marino e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, alerta sobre esta alarmante situación que pone en riesgo los ecosistemas arrecifales.
El investigador señaló que este año se registraron temperaturas marinas anormalmente altas, que oscilaron de 29 a 34 grados Celsius. Este aumento ha tenido un impacto devastador en los corales, no solo en el Caribe mexicano, sino también en el Pacífico y en el estado de Veracruz. Estos ecosistemas, fundamentales para la biodiversidad marina y para la protección costera, enfrentan una amenaza sin precedentes.
Álvarez Filip enfatizó la falta de políticas públicas adecuadas y la insuficiencia de presupuestos para el monitoreo e investigación de los arrecifes. Destacó que una revisión completa en Quintana Roo, por ejemplo, tendría un costo aproximado de 1.2 millones de pesos, una inversión que hasta ahora no se ha realizado.
El cambio climático es el principal sospechoso detrás de estos fenómenos, como lo demuestran eventos extremos recientes, incluyendo la potencia del huracán Otis que azotó Acapulco en octubre, y las inusuales altas temperaturas registradas a nivel mundial.
Álvarez Filip explicó que el incremento de la temperatura del mar provoca que los corales se estresen y pierdan su relación simbiótica con microalgas. Esto resulta en el blanqueamiento de los corales, un fenómeno en el cual los corales enferman y muestran su esqueleto blanco. Estos eventos de blanqueamiento son indicativos de un ecosistema en peligro y podrían llevar a la extinción de diversas especies coralinas.
El caso de los corales en el Caribe mexicano es un llamado de atención urgente sobre los efectos del cambio climático en los ecosistemas marinos. La necesidad de acciones concretas y financiación adecuada para su conservación y estudio es más crucial que nunca.
