Con el fin de rendir homenaje a uno de los personajes gráficos más representativos de la historieta nacional, el Museo de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Cultura local inauguró este viernes la exposición “El Arte de Rarotonga”, abierta al público hasta el 16 de junio y cuenta con los dibujos originales de la reina mulata que enamoraba con su belleza.
La exhibición, que también busca dar reconocimiento al trabajo de Antonio Gutiérrez, el ilustrador que le dio vida a Rarotonga, fue inaugurada por la Secretaria de Cultura capitalina, Claudia Curiel de Icaza; Alfonso Acosta Gutiérrez, curador, investigador y nieto de Gutiérrez; Bernardo Fernández, BEF, escritor gráfico y asesor científico de la exposición; y Laura Nallely Hernández Nieto, curadora e investigadora de exposición.
“Hoy estamos muy contentas y contentos de que el Museo abra un espacio más a los ilustradores que han generado parte de nuestra historia de identidad nacional, y cultura popular”, declaró Curiel de Icaza.
La funcionaria destacó que es fundamental darle espacio a más artistas que crearon las historietas nacionales y con los que crecieron muchas generaciones de mexicanos.
“Esta es una invitación a seguir explorando el trabajo de muchos otros ilustradores por los que hoy en día México se conoce por su historia popular. Se va a seguir trabajando en dar a conocer ilustradores que han sido fundamentales para la cultura, que algunos han sido casi anónimos y han sido fundamentales para la historia de nuestro país”, aseguró.
Por su parte, Bernardo Fernández agradeció a la Secretaría de Cultura local la apertura para abrir el recinto al trabajo de Antonio Gutiérrez con el fin de que las nuevas generaciones conozcan las historietas nacionales, las cuales, consideró, se han relegado al cajón de los recuerdos.
“La historieta popular mexicana fue desdeñada durante décadas por la llamada alta cultura. Es hora de recuperarla y revalorala a través de las obras de sus creadores. Antonio Gutiérrez es el más espléndido dibujante de la época de oro de las historietas nacionales y fue devorado por el olvido”, declaró el artista gráfico.
La historia de la diosa mulata debutó originalmente con el título de «¡Tabú!” en la revista Pepín, pero su gran éxito sucedió en 1973 ya como Rarotonga en la colección Lágrimas, Risas y Amor. Esta reina de la jungla está arraigada a nuestra cultura popular, incluso en generaciones más jóvenes gracias a la canción de Café Tacvba que le hace referencia.
En “El Arte de Rarotonga” los visitantes al Museo de la Ciudad de México podrán ver la exhibición por primera vez de los dibujos originales de este personaje, rescatados por un coleccionista, así como algunas piezas que inspiraron al ilustrador para crearlo.
Mientras que Alfonso Acosta resaltó la importancia de que por primera vez se logra rescatar la obra de su abuelo.
“El trabajo de hacer esta investigación fue como de arqueólogo de estar buscando todas las piezas entre cartas, entre documentos, de anécdotas de la familia para reconstruir esta historia y darle forma. Lo importante de exhibición no solo es recuperar a mi abuelo, sino abrir la puerta para recupera a otros artistas e ilustradores mexicanos”, indicó.
Rarotonga, es una novela gráfica escrita por Guillermo de la Parra que tuvo su primera aparición en 1973, en la cual se narra las aventuras del doctor Alejandro Aldama en la isla Cook, que durante un viaje a Nueva Zelanda se enamoró de una mujer que en noches de luna llena realizaba un baile sensual con el que enamoraba a turistas y nativos.
Gutiérrez comenzó su carrera en 1935 cuando llegó al estudio «Artistas Unidos» de Ramón Valdiosera. Sus primeras novelas gráficas fueron Kombo para la revista Macaco. En 1951, abandonó brevemente la historieta para trabajar en Canal 5 de televisión junto con Guillermo González Camarena, donde fue director artístico, jefe de producción y realizó cortinillas de dibujos animados.
En 1954, se integró a la Editorial Argumentos, donde junto a la historietista Yolanda Vargas Dulché trabajaron en los cómics de “Yesenia”, “El pecado de Oyuki”, “Rubí”, “Gabriel y Gabriela” y “María Isabel”.
