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Códices prehispánicos y el mundo de la medicina para tratamiento de enfermedades

CDMX a 18 de marzo de 2021.- La titulada en Medicina tradicional y herbolaria, la maestra en Biología Ambiental, Abigail Aguilar Contreras ofreció una plática sobre la medicina tradicional, y se refirió a una serie de imágenes que se encuentran en murales como el del Centro Médico Nacional La Raza, realizado por Diego Rivera y que pertenece al siglo XX, así como en la cerámica y documentos diversos que dejaron algunos de quienes llegaron a la Nueva España que constituyen un gran acervo.

Dentro de los documentos respectivos, añadió, está la obra de Fray Bernardino de Sahagún que en 1548 hizo La Historia General de las Cosas de la Nueva España que habla de las enfermedades y de las yerbas medicinales de los antiguos mexicanos. Aguilar Contreras citó el libro de Francisco de Mendoza, hijo del primer virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza, donde presentó imágenes de plantas medicinales y que, de acuerdo a Miguel León Portilla, se puede tomar como una primera farmacopea local. La obra fue enviada por los franciscanos a Felipe II para que conocieran las plantas nativas mexicanas y que pudieran comerciarse para afrontar padecimientos de los españoles.

La obra, Librito de las Hierbas Medicinales de los Indios quedó incluido en la Biblioteca del Escorial y después de muchas vicisitudes llegó a la biblioteca del Vaticano para luego ser devuelto a México en 1990. En la actualidad, el ejemplar, editado en 1552 y que es más conocido como Códice de la Cruz-Badiano se encuentra en el Fondo Reservado de la Biblioteca del Museo Nacional de Antropología.

El texto fue realizado por dos curanderos tlatelolcas, Martín de la Cruz y Juan Badiano, este último traductor del náhuatl al latín. El Códice identifica únicamente en náhuatl a las 185 plantas que contiene. Las imágenes incluyen dibujos de las plantas, sus raíces y un poco del hábitat. La información está sistematizada a partir de los padecimientos —no por las plantas en sí—, y que comienzan por la cabeza y terminan en los pies; y se describe cómo se utilizan.

El Cruz-Badiano no solo se enfoca en las plantas y su utilización para las enfermedades, sino también para afrontar eventos de la vida, como el nacimiento, pues algunas especies de plantas las ocupaban y ocupan hombres y mujeres parteras.

La maestra Abigail Aguilar Contreras, cuyas áreas de actuación son las ciencias médicas y de la salud, ciencias de la salud y medicina tropical, mencionó que luego siguieron otras obras y documentos como Historia Natural de la Nueva España, de Francisco Hernández, médico de cabecera de Felipe II, realizada en 1570.

También, las ilustraciones que se hicieron de plantas medicinales a través de la Real Expedición Botánica en el siglo XVIII; y Las Plantas de la Nueva España, de José Mariano Mociño, un médico mestizo que trabajó sobre más de 200 plantas que se utilizan en la medicina.

Por los estudios etnobotánicos de Aguilar Contreras, el Instituto Mexicano del Seguro Social hoy cuenta con el herbario de mayor colección de plantas medicinales del país, un acervo de información taxonómica, botánica, geográfica y medicinal de 16 mil ejemplares de dos mil especies obtenidas por todo el país.

En su intervención, el doctor Carlos Viesca Treviño, ex jefe del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de la Facultad de Medicina de la UNAM, externó que en las culturas mesoamericanas se encontraron zonas con altiplanos y lagos que brindaron acceso al agua, así como una riqueza importante en vegetales y lugares propicios para que los seres humanos se asentaran en un mismo sitio. “Tenemos el orgullo de ser herederos de una de las culturas madres de la humanidad”.

“Si pensamos en plantas medicinales mexicanas, Francisco Hernández, botánico español del siglo XVI, señala que aproximadamente existían alrededor de dos mil 200 especies. Después se han agregado más a partir del estudio de otras regiones”, abundó. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Viesca Treviño informó que la medicina tradicional en las universidades es la medicina científica experimental. “Medicina tradicional es la que, por tradición familiar, se transmite por comunicación verbal de madres y padres a hijos e hijas”.

En las culturas indígenas las mujeres practicaban la medicina. “La deidad de la medicina era una mujer llamada Tzapotlatena, quien después de ser curandera se volvió diosa, tras descubrir el óxitl, trementina de pino, uno de los antiinflamatorios más extraordinarios, el cual, permite que las heridas cicatricen rápidamente”, reveló.

Especialista en Medicina Indígena y Premio Nacional de Historia Filosofía de la Medicina en 1992, Viesca citó los problemas sistémicos principales: la vida, la concepción, el embarazo, el parto, y la muerte. Si pensamos en plantas medicinales y en atención primaria de la salud debemos revisar qué significa el hecho de patentar el principio activo de una planta, y luego prohibir que se utilice en forma libre, popular o tradicional.

“Necesitamos políticas muy claras en ese sentido que busquen determinar qué es y qué no patentable”.

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