Por Bruno Cortés
Las declaraciones de Ismael “El Mayo” Zambada desde una corte en Estados Unidos sacudieron el ambiente político, pero en el Congreso mexicano no causaron ni ceja levantada. Al menos, eso dice Ricardo Monreal Ávila, líder de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, quien aseguró que en el movimiento de la Cuarta Transformación no hay focos rojos, ni temores, ni mucho menos nerviosismo por lo que el capo sinaloense haya confesado.
“El que nada debe, nada teme”, soltó Monreal en conferencia de prensa este lunes, cuando fue cuestionado por los dichos de Zambada, quien se declaró culpable ante una corte de Nueva York por liderar una organización criminal y conspiración para distribuir drogas. El capo también admitió haber pagado sobornos durante cinco décadas a funcionarios mexicanos —entre ellos, políticos, policías y militares— para mantener a flote el Cártel de Sinaloa.
Pero en palabras de Monreal, esas declaraciones no alteran el rumbo ni las prioridades del gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum, ni del bloque oficialista en el Congreso. Más aún, aseguró que no hay distracciones, y que si en Estados Unidos se sigue un proceso judicial, que allá se quede. “Hay simplemente tranquilidad, hay optimismo por lograr el proceso de transformación que nos propusimos”, dijo el legislador morenista.
Eso sí, cuando le preguntaron si podría haber investigaciones en México contra políticos que hayan sido salpicados por los dichos de “El Mayo”, Monreal fue claro: solo si hay pruebas concretas. De lo contrario, dijo, no tiene sentido abrir expedientes por dichos sin sustento.
Este tipo de respuestas llegan en medio de un ambiente enrarecido, donde cada testimonio de un narco en tribunales norteamericanos parece un capítulo más de una novela en la que el poder político y el crimen organizado se cruzan con frecuencia incómoda. Basta recordar lo que ocurrió con Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, hoy preso en Estados Unidos y hallado culpable por nexos con el narco.
Pero a diferencia de esos casos, Monreal insiste en que la 4T no tiene cola que le pisen, y que Claudia Sheinbaum es una presidenta incorruptible, honesta y con convicciones claras. Lo repitió varias veces, como queriendo despejar cualquier duda: “No hay preocupación, no hay nerviosismo”.
Por su parte, Sheinbaum, durante su conferencia matutina, dijo que hasta ahora ninguna dependencia federal ha recibido información oficial sobre nuevos señalamientos de Zambada que involucren a funcionarios mexicanos. Aseguró que cualquier cosa que venga de las cortes estadounidenses deberá ser acompañada de pruebas y sometida a las instituciones mexicanas correspondientes.
La historia no está cerrada. La sentencia de “El Mayo” Zambada se dictará en enero de 2026, y mientras tanto, queda abierta la posibilidad de que salgan más nombres o detalles. Pero hoy, al menos desde San Lázaro y Palacio Nacional, la línea es clara: no hay temor, no hay escándalo… por ahora.
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