Por Bruno Cortés
Aunque parezca que los políticos sólo se acuerdan de los jóvenes cuando hay elecciones, esta vez parece que el Congreso sí va en serio con una propuesta que lleva años esperando: una Ley General de Juventudes. Y sí, leíste bien, una ley general, o sea, que aplicará en todo el país y no sólo en los estados donde medio se hacen cosas por la chaviza.
El anuncio lo dio el diputado Carlos Gutiérrez Mancilla, del PRI, quien además preside la Comisión de Juventud en la Cámara de Diputados. En plena rueda de prensa, y acompañado por jóvenes de diferentes estados, firmó una Declaratoria que busca meterle presión a la LXVI Legislatura para que no se les pase otra vez el tren legislativo sin sacar esta ley tan esperada. ¿La ocasión? El Día Internacional de las Juventudes, celebrado el 12 de agosto.
Pero ¿de qué va esta ley y por qué debería importarte?
Bueno, la historia empieza en 2020, cuando hubo una Reforma Constitucional que le dio al Congreso la chamba de crear una ley específica para el desarrollo integral de las juventudes. Sí, en teoría eso ya está en la Constitución, pero en la práctica… pues no. Cada estado hace lo que puede (o quiere), y hay entidades que tienen buenos programas para jóvenes y otras que no tienen ni pa’ los folletos.
Por eso esta ley busca poner orden. Según explicó Gutiérrez Mancilla, se trata de crear un sistema nacional de juventud, con reglas claras, derechos exigibles y coordinación real entre federación, estados y municipios. Además, se fortalecería al Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), que actualmente tiene funciones pero no siempre tiene dientes para morder o presupuesto para actuar.
La idea es que ningún joven quede fuera de las oportunidades por el simple hecho de haber nacido en un estado donde no se invierte en políticas públicas juveniles. Se trataría, en pocas palabras, de que los derechos de los jóvenes no dependan del código postal.
La ley también marcaría principios rectores para que la política de juventud en México deje de ser un montón de parches y ocurrencias, y se convierta en una estrategia nacional con metas, seguimiento y, sobre todo, presupuesto asignado.
El diputado fue claro: “Este no es un compromiso de partido, es un compromiso con más de 30 millones de jóvenes mexicanos”. Según él, el dictamen se va a discutir y aprobar en este Periodo Legislativo, es decir, en los próximos meses.
Claro, falta ver si esto no se queda en el discurso. Porque ya sabemos que muchas veces las buenas intenciones se pierden en el laberinto del Congreso. Pero al menos, esta vez ya hay una firma, una declaratoria y una promesa clara: que esta ley no se quede en la congeladora legislativa (ese lugar misterioso donde van a morir las iniciativas que nadie quiere tocar).
Así que, si tienes entre 12 y 29 años, este puede ser un momento clave para ti. Tal vez no lo veas reflejado mañana en tu beca o en tu comunidad, pero una Ley General de Juventudes bien hecha podría abrirte más puertas de las que imaginas.
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