Por Juan Pablo Ojeda
Toronto volvió a vibrar como en los viejos tiempos. El Rogers Centre se transformó en un manicomio cuando los Azulejos de Toronto sellaron su boleto a la Serie Mundial por primera vez desde 1993, año en el que Joe Carter inmortalizó su nombre con aquel jonrón legendario. Tres décadas después, otro cañonazo volvió a escribir historia: George Springer conectó un cuadrangular de tres carreras en la séptima entrada que cambió el destino del juego y desató la locura en las gradas.
El duelo entre Toronto y los Marineros de Seattle fue un auténtico vaivén de emociones. Desde la primera entrada ambos equipos mostraron su poder al bat, con una carrera por bando. El pitcheo de los Marineros logró contener momentáneamente a los canadienses, y entre el tercer y quinto inning parecían tener todo bajo control gracias a los jonrones solitarios de Julio Rodríguez y Cal Raleigh, que pusieron a Seattle con ventaja y con medio pie en la Serie Mundial.
Pero el beisbol es caprichoso, y su magia suele concentrarse en la séptima entrada, ese capítulo donde todo puede pasar. Bryan Woo, abridor de Seattle, se metió en aprietos y fue relevado por Eduard Bazardo, quien no pudo detener la ofensiva canadiense. Con dos hombres en base, Springer cazó una recta al centro y la mandó a volar por todo el jardín izquierdo. El rugido del público fue ensordecedor: Toronto había remontado, y no hubo vuelta atrás.
El receptor mexicano Alejandro Kirk, nacido en Tijuana, también vivirá el sueño de disputar su primera Serie Mundial. Aunque su actuación en el Juego 7 fue discreta —con un sencillo en tres turnos—, su aporte defensivo fue clave para contener el juego cerrado y marcar el ritmo detrás del plato.
Ahora, el Clásico de Otoño enfrentará a dos equipos con realidades distintas pero hambre similar: los Azulejos de Toronto, el mejor récord de la Liga Americana, y los Dodgers de Los Ángeles, verdugos de los Cerveceros de Milwaukee y expertos en series de alto voltaje.
El duelo también promete ser un espectáculo mediático y deportivo con dos superestrellas como protagonistas: Shohei Ohtani y Vladimir Guerrero Jr.. Dos nombres que dominan las portadas, los contratos millonarios y las expectativas de los aficionados.
La Serie Mundial arrancará en Canadá, y Toronto se prepara para una fiesta que no vive desde hace más de 30 años. Las calles se tiñen de azul, los bares rebosan de emoción y el Rogers Centre volverá a ser el corazón del beisbol. Después de décadas de espera, los Azulejos están de regreso… y quieren volar hasta la gloria.
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