Por Juan Pablo Ojeda
Los Tigres de la UANL reciben este jueves 11 de diciembre al campeón Toluca en el arranque de una final que promete más tensión que respiración. Es la ida del Apertura 2025, y ambos llegan con el tanque lleno… pero sin margen para errores.
Toluca, dirigido por Antonio Mohamed, carga una incógnita pesada: ¿juega Alexis Vega o no? La estrella sigue entre algodones por lesión y su presencia se definirá casi en la última vuelta de calentamiento. Aun así, los Diablos no quieren excusas; su plan es ir a San Nicolás por un buen resultado y cerrar la hazaña en el infierno del Nemesio Diez el domingo.
El panorama apunta a un choque de fuerzas muy distintas pero igual de peligrosas. Toluca presume la mejor ofensiva del torneo, con Paulinho a la cabeza, mientras que Tigres terminó con la defensa más sólida del campeonato. Es el típico duelo de “golpeador contra especialista defensivo”, donde un descuido puede voltear toda la serie.
Con Guido Pizarro al mando, Tigres quiere ponerse serio desde el minuto uno. Apostarán por el orden atrás y dinamita adelante: Correa, Juan Brunetta, André-Pierre Gignac, Fernando Gorriarán y Diego Lainez. Una delantera de lujo que necesita conectar sí o sí, porque el partido de ida puede marcar el destino de la final.
Ambos equipos llegaron hasta aquí sin ganar sus series anteriores: Toluca empató 3-3 con Monterrey y Tigres igualó 2-2 con Cruz Azul. Pasaron gracias a su posición en la tabla, un recordatorio de que esta final enfrenta al 1 contra el 2 del torneo, casi un espejo de rendimiento.
Tigres sabe que la ida es vital, no solo por estar en casa, sino porque la vuelta será a 2,600 metros de altura, en la cancha donde los Diablos suelen volverse más diablos. Si no sacan ventaja ahora, la cuesta arriba será literal y futbolística.
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