Por Juan Pablo Ojeda
Buscar trabajo se ha vuelto un laberinto digital. Formularios interminables, plataformas confusas y el eterno silencio de las empresas componen una experiencia frustrante para millones de personas. Pero una nueva ola tecnológica promete cambiar —o complicar aún más— ese proceso.
La startup Sorce, recién llegada a la incubadora Y Combinator, ofrece una solución basada en inteligencia artificial (IA) que automatiza por completo las postulaciones laborales. Su propuesta es simple: el usuario solo desliza el dedo para aceptar una vacante y el sistema se encarga del resto —desde llenar los formularios hasta redactar cartas de presentación personalizadas y enviarlas a nombre del candidato—.
De acuerdo con Y Combinator, Sorce surge ante una creciente demanda de quienes usan IA generativa para crear currículos o preparar entrevistas. En teoría, la app simplifica los trámites y reduce el tiempo invertido. En la práctica, podría generar una avalancha de solicitudes idénticas, según advierte The Wall Street Journal, complicando aún más el trabajo de los reclutadores.
Un nuevo problema: la saturación laboral digital
A medida que más usuarios adoptan este tipo de herramientas, los departamentos de recursos humanos enfrentan un desafío inédito: filtrar miles de postulaciones automatizadas sin rasgos diferenciadores. Los especialistas advierten que la automatización masiva puede provocar un colapso temporal de los canales de selección, forzando a las empresas a buscar métodos alternativos para reclutar talento.
Intelligencer señala que el fenómeno refleja una contradicción tecnológica: la IA intenta resolver los problemas creados por procesos automatizados previos, como los algoritmos de plataformas tipo LinkedIn o Indeed, que con el tiempo se volvieron más un escaparate que un puente real hacia el empleo.
Algunos analistas incluso comparan este ciclo con lo ocurrido en redes sociales: una sobreproducción de contenido generado por IA que degrada la calidad general y reduce la visibilidad de los aportes auténticos. Si algo similar ocurre en el mercado laboral, los candidatos podrían terminar atrapados en un circuito automatizado sin ventajas reales.
¿Solución o sabotaje?
Los fondos de inversión apuestan por Sorce y proyectos similares como una “revolución” en la búsqueda de empleo. Sin embargo, expertos en tecnología advierten que esta estrategia puede derivar en un efecto búmeran: la destrucción de los canales tradicionales de reclutamiento y la pérdida del elemento humano en la evaluación laboral.
A corto plazo, la IA podría ofrecer una ventaja temporal a los primeros usuarios; a largo plazo, su uso masivo podría saturar el sistema y reducir las oportunidades genuinas de conexión entre trabajadores y empleadores.
La carrera entre candidatos automatizados y reclutadores humanos apenas comienza, y su desenlace dependerá de cómo evolucionen las reglas del juego en un entorno donde la tecnología, la eficiencia y la humanidad compiten por el mismo espacio.
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