Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo fue contundente en su mensaje desde Palacio Nacional: no se va a encubrir a nadie, aunque se trate de figuras cercanas a su partido. La declaración se da en medio de la controversia por el caso de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco durante la administración de Adán Augusto López, quien ya cuenta con una orden de aprehensión por presuntos vínculos con la organización criminal La Barredora.
Durante la conferencia matutina, la presidenta fue clara: si hay evidencia, la Fiscalía General de la República (FGR) debe actuar, sin importar si los involucrados pertenecen a Morena o no. “Aquí no se cubre a nadie. Si la FGR tiene contra alguien, militante o no de Morena, alguna evidencia, adelante. Que continúe la investigación”, recalcó Sheinbaum, subrayando que su administración no tolerará vínculos con el crimen organizado ni actos de corrupción.
Además, la mandataria hizo un llamado a la mesura. Si bien sostuvo que las investigaciones deben seguir su curso, también dejó claro que no apoyará linchamientos mediáticos. “Así como no se debe encubrir absolutamente a nadie, tampoco estamos de acuerdo en el linchamiento mediático. Tiene que haber pruebas y tiene que actuar la autoridad”, dijo, marcando distancia con las críticas sin sustento dirigidas a Adán Augusto López.
El senador y exgobernador de Tabasco ya había salido al paso días antes. El 18 de julio, Adán Augusto publicó en redes sociales que está a disposición de cualquier autoridad que lo requiera, y recordó que durante su mandato se redujo significativamente la actividad delictiva en la entidad. Reconoció que hay investigaciones abiertas contra algunos integrantes de su administración, y señaló que deben presentarse ante la ley para aclarar los hechos.
Bermúdez Requena, quien fue titular de la Secretaría de Seguridad entre diciembre de 2019 y enero de 2024, es acusado de ser un operador clave de La Barredora, grupo dedicado al robo de combustible y otros delitos de alto impacto. Las autoridades federales confirmaron que la orden de aprehensión en su contra fue emitida desde febrero, y una de sus posibles ubicaciones sería Brasilia, en Brasil, donde se presume que se encuentra prófugo.
El caso ha sacudido a Morena y plantea un nuevo reto para Sheinbaum, quien desde el inicio de su gobierno ha prometido cero tolerancia a la corrupción y la impunidad. Su respuesta busca dejar claro que no habrá excepciones, pero también que las investigaciones deben basarse en pruebas y seguir el cauce institucional.
En este contexto, el equilibrio entre justicia, transparencia y legalidad se vuelve clave. Con figuras políticas de alto perfil involucradas, lo que está en juego es la credibilidad del nuevo gobierno frente a promesas de renovación moral y combate al crimen. Y Sheinbaum, al menos por ahora, ha decidido poner el mensaje en la cancha de la FGR: si hay pruebas, que caiga quien tenga que caer.
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