Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta Claudia Sheinbaum defendió este miércoles la reforma a la Ley de Aguas Nacionales, asegurando que su propósito central es proteger el recurso, frenar su sobreexplotación y garantizar el derecho humano al agua. Desde su conferencia matutina, subrayó que el cambio busca dejar atrás la visión del agua como una mercancía y colocarla en el centro como un bien público.
La mandataria destacó que organizaciones de distintos sectores manifestaron estar de acuerdo con la propuesta y que los ajustes a la ley fueron producto de un diálogo amplio en la Cámara de Diputados. Entre las modificaciones, explicó que una de las demandas más recurrentes fue la de ejidatarios preocupados por la transmisión de derechos a familiares o nuevos usuarios, un proceso que ahora quedará más claro y será más ágil.
También se aclaró que los productores que combinan actividades agrícolas y ganaderas no tendrán que estar tramitando permisos distintos, pues el uso del agua se reconocerá como parte de un mismo derecho agropecuario. Estos cambios, dijo, surgieron de mesas de trabajo con organizaciones campesinas, cámaras industriales, municipios y el Consejo Nacional Agropecuario.
Sheinbaum fue contundente al señalar que quienes se oponen a la reforma son los que concentran “muchísimas concesiones de agua”, muchas de ellas subutilizadas o incluso ilegales. Recordó que al iniciar el actual gobierno encontraron tres bases de datos distintas, con concesiones duplicadas, contradicciones en los volúmenes otorgados y permisos vencidos que nunca fueron revisados.
La presidenta afirmó que su administración está poniendo orden para combatir la corrupción y equilibrar el acceso al agua, especialmente en regiones donde hay escasez. Recordó que existen municipios sin suficiente suministro mientras algunos distritos de riego mantienen excedentes e incluso han llegado a vender agua a gobiernos locales, pese a no pagarla.
Con la nueva ley, aseguró, la Comisión Nacional del Agua participará obligatoriamente en cualquier transmisión de derechos, garantizando transparencia y evitando el acaparamiento. Además, confirmó que ya existe una sola base de datos nacional depurada, lo que permitirá un control más claro y público sobre los permisos.
“La mayoría está de acuerdo. ¿Quién no? Quien aún conserva privilegios”, sentenció Sheinbaum, al insistir en que la reforma busca equidad, transparencia y garantizar agua para todas las comunidades del país.
































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