Por Juan Pablo Ojeda
En su tradicional conferencia mañanera, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo salió al paso de la polémica que envuelve al Instituto Nacional Electoral (INE) tras las sanciones impuestas por el uso de acordeones en la elección judicial del 1 de junio. Sheinbaum lamentó la postura del Consejo General del INE y señaló que hay decisiones contradictorias que deben resolverse en una sola instancia: el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
“Vamos a ver qué dice el Tribunal”, dijo la mandataria. “Las decisiones del INE son contradictorias: primero dicen que no influyeron (los acordeones) y ahora sancionan como si sí lo hubieran hecho. Hay consejeros que votan de una forma, otros de otra. Mejor esperemos al Tribunal Electoral”.
Los llamados «acordeones» son guías de votación impresas, distribuidas de forma clandestina o informal, que supuestamente orientaban el sufragio hacia ciertos perfiles en la elección judicial, un proceso inédito en México para elegir a integrantes del Poder Judicial. De acuerdo con el INE, estas guías forman parte de las irregularidades detectadas y justifican una multa colectiva de más de 18 millones de pesos.
Pero Sheinbaum puso en duda que esos papeles hayan sido determinantes.
“Yo lo dije desde el principio: si los acordeones realmente influyeran en la votación, todos los candidatos señalados ahí habrían tenido el mismo número de votos. ¿Cómo se explica que Hugo Aguilar haya sido el más votado, incluso más que partidos como el PRI, y que el siguiente candidato haya tenido la mitad? Eso no cuadra”, expresó.
La discusión en el Consejo General del INE también mostró una profunda división interna. La presidenta del organismo, Guadalupe Taddei, votó en contra de las sanciones, al considerar que no hay pruebas jurídicas suficientes ni elementos técnicos que justifiquen un castigo de ese tamaño.
Otros consejeros como Norma de la Cruz señalaron que la única evidencia concreta fueron 336 acordeones de 10 modelos distintos, pero sin claridad sobre su origen, costo o distribución. “No hay elementos suficientes para sancionar”, dijo.
En cambio, consejeros como Arturo Castillo y Carla Humphrey pidieron firmeza. Para ellos, la distribución de acordeones no reportados constituye propaganda ilícita y representa un riesgo para la legitimidad del proceso judicial. Humphrey fue más allá:
“Quien aspira a juzgar debe ser el primero en respetar la ley. No se puede construir legitimidad desde la omisión ni la simulación”, sentenció.
Mientras el INE se fractura en torno a este tema, el expediente ha sido turnado al TEPJF, que tendrá la última palabra sobre si los acordeones deben considerarse una falta grave o una anécdota sin peso legal.
Para Sheinbaum, lo más importante es no convertir las sanciones en un tema político, sino entender qué ocurrió en realidad y actuar en consecuencia. Por lo pronto, el debate está lejos de terminar y marca un nuevo capítulo en la tensión entre el Ejecutivo y los órganos electorales, justo cuando México inicia una etapa de reformas profundas, incluidas las del Poder Judicial.































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