Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, expresó su respaldo a la propuesta del próximo ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Hugo Aguilar Ortiz, quien anunció que dejará de usar la toga tradicional durante las sesiones del Pleno a partir del 1 de septiembre.
Durante la conferencia matutina de este jueves en Palacio Nacional, la mandataria defendió la decisión de Aguilar y cuestionó las críticas en torno a esta postura: “¿Qué tiene de malo eso?”, respondió cuando fue interrogada sobre la polémica generada.
Aguilar Ortiz, quien fue electo recientemente como ministro presidente de la SCJN, ha señalado que su decisión responde a una demanda expresa de los pueblos y comunidades indígenas que recorrió durante su campaña. En sus propias palabras:
“Me pidieron que no me convirtiera en un funcionario tradicional… que no olvidara mis raíces al llegar al poder”.
La toga negra de seda con puños blancos ha sido un símbolo de solemnidad judicial desde 1941, cuando fue establecida mediante un decreto presidencial por Manuel Ávila Camacho. Sin embargo, sectores dentro del actual Congreso buscan reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación para eliminar la obligatoriedad de dicha vestimenta.
Los senadores Laura Estrada Mauro y Antonino Morales (Morena), junto con Luis Alfonso Silva Romo (Partido Verde), presentaron una iniciativa para modificar el artículo cuarto de dicha ley, argumentando que la toga representa un símbolo de “lejanía y elitismo” dentro del sistema de justicia mexicano.
Según la propuesta, se busca permitir que los ministros puedan asistir a las sesiones con ropa tradicional o cultural, lo que abriría la puerta a expresiones más diversas dentro de la Corte, particularmente en un momento donde se discute la transformación profunda del Poder Judicial.
Esta posición ha generado posturas encontradas entre juristas, académicos y sectores conservadores, mientras que defensores de los derechos indígenas y de la diversidad cultural han celebrado la medida como un paso simbólico hacia una justicia más representativa y cercana al pueblo.
La reforma será debatida en las próximas semanas en el Congreso, en el contexto de una agenda más amplia de renovación del Poder Judicial, impulsada por la nueva administración federal.
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