Por Juan Pablo Ojeda
La Secretaría de Marina (Semar) anunció un ambicioso plan de modernización portuaria que contempla una inversión superior a los 100 mil millones de pesos para renovar y ampliar seis de los principales puertos marítimos del país, con un modelo de participación público-privada. La apuesta del gobierno federal busca no sólo fortalecer la infraestructura logística nacional, sino también convertir a México en un referente del comercio marítimo en América Latina.
Los proyectos principales se concentran en los puertos de Ensenada, Baja California, y Manzanillo-Cuyutlán, Colima, pero también abarcan Lázaro Cárdenas, Veracruz, Acapulco y Progreso, cubriendo tanto necesidades industriales como turísticas y de recreación.
En Ensenada, se desarrollarán cuatro obras clave: un centro de control de tráfico marino con 116 millones de pesos de inversión pública; la ampliación de la dársena portuaria con 600 millones, que permitirá el arribo de los cruceros más grandes del mundo; obras de protección en El Sauzal, como escolleras y espigones, con 4 mil 900 millones, y un parque lineal en Playa San Miguel, con 20 millones más. El almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, titular de Semar, subrayó que estas obras estarán sujetas a consultas ciudadanas y estudios de impacto ambiental debido a preocupaciones expresadas por grupos ambientalistas.
Además, se contempla una inversión privada de mil 500 millones de pesos para establecer terminales de ferris entre Ensenada y San Diego, lo que abriría una nueva ruta de transporte marítimo de pasajeros entre México y Estados Unidos.
En Manzanillo-Cuyutlán, el dragado del puerto y la reubicación de una terminal de Pemex ya están en marcha. La primera etapa, con una inversión pública de 994 millones de pesos, concluirá en octubre de 2027. El dragado, con un presupuesto de 18 mil 748 millones, estará listo en julio del mismo año. Este proceso busca aumentar la capacidad operativa y abrir espacio para nuevas licitaciones privadas. Morales Ángeles informó que la inversión privada alcanzará en una primera fase 40 mil 885 millones, y en una segunda, 47 mil 582 millones. Con ello, Manzanillo aspira a convertirse en el principal puerto de América Latina en movimiento de contenedores.
La modernización se extenderá también a otros puntos estratégicos. En el puerto de San Pedrito-Manzanillo, se invertirán 676 millones en la rehabilitación de un muelle y más de 3 mil millones en la expansión de la terminal Contecon.
En Lázaro Cárdenas, los trabajos incluirán el desarrollo de la Isla de La Palma con 4 mil 887 millones, una nueva vialidad de acceso con mil 612 millones y una aduana en la salida sur con 363 millones de pesos.
En Acapulco, el paquete de mejoras —con inversión mixta por mil 70 millones de pesos— contempla mantenimiento del malecón, muelles turísticos, área gastronómica y albercas naturales para impulsar el turismo.
En Veracruz, la inversión total superará los 25 mil millones de pesos e incluye obras como rompeolas, terminales especializadas, nueva aduana, muelle turístico y la Plaza del Heroísmo.
Por último, en el puerto de Progreso, Yucatán, se destinarán más de 12 mil millones de pesos para la ampliación del puerto, un nuevo astillero, terminal de contenedores APM, así como infraestructura complementaria estatal y privada.
Estos proyectos forman parte de una estrategia federal de largo plazo que apuesta por el desarrollo marítimo como motor económico, buscando integrar la logística portuaria al desarrollo regional y nacional, al tiempo que promueve la sustentabilidad ambiental y la participación ciudadana.
Con esta inversión sin precedentes, el gobierno de Claudia Sheinbaum y la Secretaría de Marina se proponen reposicionar a México en el mapa global del comercio marítimo, mientras abren nuevas oportunidades de desarrollo local, empleo y turismo en las costas del país.
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