Por Juan Pablo Ojeda
Los Kansas City Chiefs sienten que la temporada se les escapa de las manos. Con su derrota ante los Jacksonville Jaguars, el récord de KC cae a 2-3, y por primera vez Patrick Mahomes no logra superar a los Jaguars en su carrera. La mala racha parece prolongarse para un equipo que buscaba consolidar su dinastía en la NFL.
El héroe del día fue Trevor Lawrence, quien silenció a los críticos y mostró por qué fue la primera selección global del draft. Lawrence lideró una ofensiva de 70 yardas que terminó con un acarreo propio para darle la ventaja final de 31-28 a Jacksonville. La jugada decisiva llegó tras un pase profundo de 34 yardas a Brian Thomas, acercando a su equipo al territorio rival y culminando con un touchdown que desató la euforia en los fanáticos de Florida.
Los Jaguars lograron remontar el partido pese a que los Chiefs habían tomado ventaja con un acarreo de Kareem Hunt restando menos de dos minutos. La defensa de Jacksonville, líder en entregas de balón, supo contener a Mahomes, limitándolo a solo una anotación aérea y otra terrestre, además de interceptarlo y devolver el balón 97 yardas para touchdown.
En los Chiefs, el juego terrestre no fue suficiente para contrarrestar la presión. Aunque Mahomes lanzó para 300 yardas, los acarreos combinados de Hunt, Isiah Pacheco, Xavier Worthy y Brashard Smith sumaron 158 yardas y tres anotaciones, liderados por el propio mariscal. Por su parte, Lawrence corrió para 54 yardas y dos touchdowns, incluyendo el que definió el partido en los últimos 30 segundos.
Con este triunfo, Jacksonville alcanza un récord de 4-1, igualando a los Colts en lo alto de la AFC Sur, y ahora se preparan para enfrentar a los Seahawks en busca de mantener su buena racha. Kansas City, con 2-3, queda tercero en la AFC Oeste detrás de Chargers y Broncos, y su siguiente desafío será contra los Lions, quienes llegan con cuatro victorias consecutivas.
La moraleja es clara: la dinastía de Mahomes y los Chiefs enfrenta su prueba más dura hasta ahora, mientras Lawrence y los Jaguars muestran que la nueva generación tiene hambre de triunfo.
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