Por Bruno Cortés
En la Cámara de Diputados se armó la plática sobre un tema que a muchos nos toca directo en la cartera y en la salud: las bebidas electrolíticas como Electrolit o Pedialyte. Resulta que hoy en día estas marcas se venden en el súper como si fueran refrescos, pero fiscalmente se tratan como si fueran medicinas. ¿Qué significa eso? Que no pagan ni IVA ni IEPS, los impuestos que sí se aplican a otras bebidas azucaradas, y además no están obligadas a traer las etiquetas negras de advertencia.
Carlos Puente Salas, coordinador del Partido Verde, explicó que este vacío fiscal significa que el gobierno dejará de recaudar más de 4 mil 200 millones de pesos tan solo en 2026. Y ojo, no es poca cosa: el mercado de estas bebidas mueve cerca de 17 mil millones de pesos al año. Según los cálculos, en 2025 dejaron de pagar alrededor de 2 mil 600 millones en IVA y más de 700 millones en IEPS.
La propuesta del PVEM es clara: que estas bebidas entren en el mismo régimen fiscal que cualquier otra con azúcar o edulcorantes. Eso implica pagar impuestos y, además, tener las etiquetas de advertencia sobre exceso de azúcares, calorías o sodio. Y es que, de acuerdo con datos expuestos por el diputado, estas bebidas llegan a tener hasta 3.7 veces más glucosa de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud.
Si la iniciativa avanza, se modificarían la Ley del IVA, la Ley del IEPS y la Ley General de Salud, y con ello se podría recaudar más de 23 mil millones de pesos hacia 2030. Ese dinero, según Puente, serviría para fortalecer el sistema de salud.
El legislador insistió en que la intención no es atacar a ninguna marca, sino acabar con un trato fiscal desigual. “No podemos seguir confundiendo al consumidor con productos que no son medicamentos, pero que gozan de privilegios fiscales”, remató.
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