Por Bruno Cortés
Aunque parezca una simple exposición de fotos, lo que se inauguró esta semana en el vestíbulo principal de la Cámara de Diputados en realidad habla de mucho más que encuadres y retratos bonitos. Se trata de un ejercicio de diplomacia cultural que, sin necesidad de discursos largos ni firmas de tratados, busca conectar a dos naciones con raíces milenarias: China y México.
La exposición se llama “Imágenes del siglo en la lente de Xinhua. Puentes visuales entre China y América Latina”, y fue inaugurada por figuras clave del Congreso mexicano, como Dolores Padierna Luna, vicepresidenta de la Mesa Directiva, y Alma Lidia de la Vega Sánchez, presidenta de la Comisión de Cultura y Cinematografía, ambas del partido Morena. Lo interesante no solo es el contenido visual —53 fotos seleccionadas con precisión quirúrgica— sino lo que representan: una especie de resumen visual del crecimiento económico, la transformación política y el intercambio cultural entre dos gigantes que, aunque separados por miles de kilómetros, se miran con respeto mutuo.
¿Y por qué esto importa a quienes no viven pegados a las noticias del Congreso? Porque estas actividades son una forma de hacer política sin el ruido de los pleitos partidistas. Son gestos, sí, pero también herramientas diplomáticas que van sembrando confianza entre países. En tiempos donde el mundo parece caminar entre tensiones y competencia, este tipo de encuentros apuestan por el diálogo, la cooperación y el respeto a la diversidad cultural.
Dolores Padierna lo resumió muy bien al decir que estas fotos no son solo imágenes, sino “huellas del tiempo” y “testimonios vivos” de cómo dos culturas se encuentran sin perder su esencia. En otras palabras, es una forma de demostrar que se puede crecer y cooperar sin renunciar a lo que se es. Esto es particularmente importante en la relación con China, un país que no solo ha experimentado un crecimiento económico vertiginoso, sino que también ha sabido mantenerse firme en su modelo político, algo que genera debates y controversias a nivel global.
Por su parte, el embajador de China en México, Chen Daojiang, hizo hincapié en que el océano Pacífico jamás ha sido un obstáculo para el entendimiento entre los dos pueblos. De hecho, destacó cómo estas imágenes capturan momentos clave del intercambio comercial, educativo y cultural entre ambas naciones. Y no exagera: actualmente, China es el segundo socio comercial más importante de México. Las políticas públicas que buscan diversificar los mercados internacionales encuentran en esta relación una base sólida, donde lo simbólico y lo económico se entrelazan.
El presidente de la Agencia Xinhua, Fu Hua, fue más allá al hablar de cómo esta muestra ayuda a entender el camino que ha recorrido China bajo el liderazgo del Partido Comunista. Es decir, no es solo una mirada amable, sino también una narrativa política: un vistazo a cómo un modelo de desarrollo puede retratarse desde lo cotidiano, lo social y lo humano.
Y sí, podría parecer que todo esto es solo para diplomáticos, legisladores y académicos, pero la verdad es que estas exposiciones funcionan como ventanas para que la ciudadanía pueda ver más allá de las cifras del PIB o los acuerdos bilaterales. Son formas de sensibilizar sobre los esfuerzos que se hacen —a veces con poco ruido mediático— para mantener viva una relación internacional estratégica.
Raymundo Vázquez Conchas, presidente del Grupo de Amistad México-China, cerró con una frase que condensa bien el espíritu del evento: “Lo hacemos con el corazón… lo que importa y nos une es la semilla que da frutos en cada momento”. Suena poético, sí, pero detrás hay una verdad política: cultivar las relaciones exteriores también es sembrar estabilidad y desarrollo en casa.
Así que la próxima vez que escuches hablar de una exposición en el Congreso, piensa que puede ser algo más que una muestra artística. Puede ser un pequeño engrane de la gran máquina de la política exterior mexicana, una que hoy más que nunca necesita apoyarse en el respeto, el diálogo y, por qué no, también en una buena foto.
Deja una respuesta