En el corazón de San Lázaro, entre papeles del Paquete Económico 2026 y alertas de sismo, la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán, reflexionó sobre lo que realmente importa cuando hablamos de dinero público: cómo se gasta y en qué se invierte para proteger a los mexicanos. Mientras los legisladores esperan la llegada del Ejecutivo Federal con sus equipos, López Rabadán dejó claro que el foco no debe ser solo los números, sino la vida y el patrimonio de la gente.
Hablando luego del Segundo Simulacro Nacional 2025, la diputada recordó los años en que vivir en un edificio de siete pisos, en la Avenida del Taller, significaba no saber a dónde correr en caso de sismo. “No había prevención, no se conocían los espacios seguros, no había protocolos claros para escuelas, oficinas o lugares públicos”, explicó. Hoy, dice, la historia es otra: con protección civil, planes como el Plan DN-III y protocolos bien definidos, los mexicanos saben dónde resguardarse y cómo actuar, salvando más vidas cada año.
Para López Rabadán, la lección es sencilla: el dinero de los impuestos debe ir a los municipios, estados y a todo el país, enfocado en la prevención y atención de emergencias. Más que debates sobre cifras, lo esencial es garantizar que, frente a lo inesperado, haya un plan claro y recursos suficientes. La solidaridad de las instituciones, remarcó, es clave, y el reconocimiento a las Fuerzas Armadas por su labor de auxilio no es casual: refleja cómo el Estado y la ciudadanía pueden trabajar juntos para proteger vidas.
En pocas palabras, la diputada envió un mensaje directo: legislar no es solo aprobar presupuestos, sino asegurarse de que cada peso invertido realmente sirva para proteger a las familias mexicanas y su patrimonio. Con más conocimiento, más conciencia ciudadana y mejores protocolos, la prevención deja de ser solo una teoría y se convierte en vidas salvadas.
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