Por Juan Pablo Ojeda
Gerardo Fernández Noroña, senador de Morena, volvió a encender la polémica al anunciar que continuará utilizando taxis aéreos cuando su agenda política lo requiera, asegurando que esta decisión no se trata de un acto de presunción sino de necesidades logísticas derivadas de la naturaleza de su trabajo. Durante una transmisión en vivo, el legislador explicó que el uso de vuelos privados se debe a la dificultad de cubrir múltiples encuentros en distintas ciudades cuando los horarios y conexiones de vuelos comerciales no lo permiten.
El senador detalló que el reciente viaje en Coahuila, que incluyó traslados por Toluca, Torreón, Piedras Negras y Ciudad Acuña, tuvo un costo estimado de 14 mil dólares, equivalentes a poco más de 257 mil pesos. Noroña viajó acompañado de su colaborador Shamir Fernández y de su suplente en el Senado, Pilar de Aguinaga. Insistió en que los gastos no se realizaron con recursos públicos y que la avioneta utilizada era muy pequeña, con apenas cuatro plazas, descartando cualquier intención de ostentación.
Fernández Noroña reconoció que prefiere los vuelos comerciales por su comodidad, pero subrayó que cuando la logística lo exige, recurrir a taxis aéreos es una necesidad práctica: “No es un asunto de presunción, ni de comodidad, fue un asunto práctico. Yo, por supuesto, viajaré en vuelos comerciales y, cuando sea necesario un taxi aéreo, porque es necesario”, aseguró.
El caso ha reabierto el debate sobre la congruencia del legislador con la política de “austeridad republicana” que impulsa Morena en el marco de la Cuarta Transformación. Las reacciones dentro del partido han sido diversas. La presidenta de Morena, Luisa María Alcalde, llamó a la militancia a no exponer disputas internas públicamente, argumentando que este tipo de debates pueden afectar la cohesión del movimiento. Por su parte, el senador Ricardo Monreal destacó que cada integrante del partido debe actuar con congruencia y responsabilidad individual, recordando que “la responsabilidad deberá ser individual y cada quien tendrá que responder por sus actos”.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, consultada sobre el caso, evitó un pronunciamiento crítico y señaló que “cada quien es libre de opinar y que la gente nos evalúe”, destacando la responsabilidad de los ciudadanos al juzgar el desempeño de los funcionarios.
Fernández Noroña ha sido cuestionado también recientemente por la adquisición de una residencia en Tepoztlán, Morelos, cuyo valor ronda los 12 millones de pesos, así como por asistir a eventos internacionales en clase ejecutiva, lo que ha reforzado la percepción de una posible contradicción con los principios de austeridad del partido. El senador, sin embargo, mantiene una postura desafiante frente a los medios y asegura que la decisión de usar vuelos privados responde únicamente a necesidades prácticas y logísticas de su agenda política.
Este episodio refleja la tensión entre las políticas de austeridad impulsadas por Morena y las exigencias operativas de algunos legisladores, generando un debate sobre la ética, la transparencia y el manejo de recursos privados en la esfera pública.
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