Por Bruno Cortés
En San Lázaro todo mundo trae prisa por cerrar el año, menos el tiempo mismo. Y justo en esa carrera contra el calendario, Ricardo Monreal decidió ponerle un freno prudente a la discusión sobre la revocación de mandato. El coordinador de Morena explicó que no hay fecha para votar el tema, pero sí hay voluntad de debatirlo a fondo, sin meterlo con calzador en un diciembre ya saturado de pendientes.
El legislador fue claro: si los grupos parlamentarios ya planean terminar trabajos entre el 11 y 12 de diciembre, tratar un asunto de este tamaño sería apretar demasiado. Por eso ve razonable retomarlo en diciembre —con reservas— o de plano dejarlo para febrero, cuando arranca el segundo periodo ordinario. La ley les da margen hasta junio, tres meses antes de que inicie el año electoral. En pocas palabras: no hay prisa, hay ventana.
Monreal recordó que la iniciativa de Alfonso Ramírez Cuéllar propone que la revocación se realice el mismo día de la elección federal, el primer domingo de junio, moviendo la dinámica política del país a un solo gran domingo cívico. Esto implicaría ajustar la Ley de Revocación para que quede alineada con lo que se defina en la Constitución. Y como todo cambio electoral, requiere dinero. El coordinador de Morena dijo que el presupuesto de 2026 deberá prever recursos para aplicarlo en 2027, garantizando que ninguna elección quede al borde del desastre financiero.
Sobre la posible elección del Poder Judicial, Monreal pidió no adelantarse: no tomarán decisiones hasta que llegue la propuesta formal de la Comisión Presidencial. Dijo que esperaba recibirla en diciembre, pero mientras no esté en papel, cualquier cosa es especulación.
En el tema de la Ley de Extorsión, Monreal abrió la puerta a que el Senado haga ajustes. Reconoció que incluso dentro de Morena había dudas sobre la proporcionalidad de las penas, así que si la Cámara revisora mejora la minuta, los diputados se allanarán sin problema. Según comentó, el senador Adán Augusto ya adelantó que los cambios podrían discutirse la próxima semana, lo que pondría el trámite de regreso a la Cámara baja hacia finales de noviembre.
Y como todo en política es una mezcla de técnica con respaldo, Monreal también fue cuestionado sobre si se abrogará la Ley del ISSSTE, como pide la CNTE. Su respuesta fue la de un político que conoce la caja registradora del Estado: se puede revisar, sí, pero es un asunto que requiere recursos millonarios que hoy simplemente no existen. Aun así, subrayó su confianza en la presidenta Claudia Sheinbaum, a quien describió como sensata, congruente y honesta, y aseguró que Morena en la Cámara la respaldará en lo que venga.
Entre los temas que todavía tienen pendiente discutir este año están la ley sobre vapeadores, la Ley General de Aguas —que arranca foros esta semana—, cambios a la ley arancelaria y una pieza que Monreal quiere dejar lista cuanto antes: la nueva Ley de Economía Circular. El diputado adelantó que la iniciativa está casi consensuada con industriales y busca que tenga el mayor respaldo posible, para modernizar la forma en que el país maneja residuos y producción.
En resumen, Monreal mandó el mensaje de que se avanzará, pero sin atropellar procesos. La revocación de mandato no se congela, solo se sirve a fuego lento mientras el Congreso termina de cocinar el cierre legislativo del año.

































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