Por Juan Pablo Ojeda
En medio del ajetreo político y los debates económicos que dominan el país, el gobierno federal sacó una de esas cifras que buscan mandar un mensaje de estabilidad: el empleo formal sigue creciendo y alcanzó un nuevo récord histórico. Zoé Robledo, director general del IMSS, explicó en la conferencia matutina que sólo en noviembre se crearon 48 mil 595 nuevos puestos de trabajo, una cifra que empuja el total anual a 599 mil 389 empleos, equivalente a un crecimiento del 2.7%.
Cuando se compara noviembre de este año con el mismo mes de 2024, el aumento es de 194 mil 130 empleos, lo que representa una tasa anual del 0.9%. Puede no parecer explosivo, pero en un país donde la informalidad domina, cada punto porcentual en el empleo formal significa más seguridad social, más estabilidad y más ingresos estables para miles de familias.
Robledo también retomó los datos del Inegi sobre el número de puestos de trabajo y sus remuneraciones. Según esta medición, entre el primer y segundo trimestre de 2025 se generaron 600 mil empleos adicionales, un aumento del 1.3%, mientras que las remuneraciones crecieron 6.5% anual, llegando a casi 10 millones de pesos en total. Este incremento de salarios se conecta con los ajustes graduales al salario mínimo y con la presión del mercado laboral que ha obligado a muchas empresas a pagar más para retener talento.
Lo más destacado del informe del IMSS es el nuevo máximo histórico en el registro de empleo formal: 22 millones 837 mil 768 trabajadores cuentan ya con seguridad social. Es la cifra más alta desde 1997, cuando se comenzó a llevar este registro. La lectura política es clara: el gobierno quiere mostrar que, pese a las turbulencias globales, la economía mexicana sigue generando empleo estable.
Pero no sólo se habló de cantidad, sino también de calidad. Robledo subrayó que el salario base de cotización —es decir, el ingreso promedio con el que los trabajadores están registrados ante el IMSS— llegó a 624.9 pesos diarios. En los últimos 12 meses aumentó 41 pesos, un avance del 7%. Puede sonar técnico, pero en palabras simples: el empleo formal no sólo crece, sino que paga mejor.
Otro dato relevante es la estabilidad del mercado laboral: 86.7% de todos los empleos registrados son permanentes, lo que equivale a 19.8 millones de puestos. Para un país acostumbrado a contratos temporales y subcontratación, este dato habla de una estructura laboral más sólida y menos vulnerable.
Y un punto que no pasó desapercibido: la fuerza laboral femenina. De los empleos registrados, más de 9.2 millones corresponden a mujeres, lo que representa el 40.4% del total. En el último año se generaron 98 mil nuevos empleos para trabajadoras afiliadas al IMSS. Es una señal de que la brecha laboral de género se mueve, aunque aún lentamente.
En resumen, el informe de Robledo busca pintar un panorama donde México avanza en empleo, salarios y estabilidad. Queda pendiente el otro lado de la moneda: cómo se distribuye ese crecimiento, si alcanza a los sectores con mayor precariedad y qué tanto se mantiene en un entorno económico global que sigue siendo incierto.
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