Por Juan Pablo Ojeda
La Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) lanzó una contundente advertencia: México enfrenta una “catástrofe alimentaria” debido a su alta dependencia como principal comprador de maíz y otros granos provenientes de Estados Unidos. Esta situación coloca al país en una posición vulnerable, donde dichos alimentos podrían convertirse en “un arma de presión” en medio del conflicto comercial derivado de la imposición de aranceles por parte del Gobierno del presidente Donald Trump.
Álvaro López Ríos, dirigente de la UNTA, denunció en un comunicado que “Estados Unidos puede llegar a utilizar los alimentos como un arma de presión para ponernos de rodillas”. A pesar de que se logró una prórroga de 90 días para la aplicación de nuevos aranceles, López Ríos criticó la postura del Gobierno mexicano, al señalar que se ha “puesto de rodillas ante las ofensivas que ha lanzado el presidente norteamericano”.
El líder agrícola cuestionó el discurso oficial de resistencia, calificándolo como “una obediencia ciega a lo que plantea el ‘ogro’ norteamericano”. Explicó que el plazo de 90 días otorgado tras la llamada entre Trump y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, incluye una revisión de barreras no arancelarias, como la regulación del glifosato, que actualmente está prohibido en México.
López Ríos destacó el “doble discurso” que enfrenta el campo mexicano: mientras Estados Unidos endurece controles, impone aranceles y bloquea la entrada de productos clave como jitomate y ganado, su Departamento de Agricultura impulsa una ofensiva para aumentar sus ventas en el mercado mexicano.
El dirigente enfatizó que Estados Unidos “cuestiona al agro mexicano, pero vive de él”, recordando que en 2024 México importó productos agrícolas estadounidenses por más de 30 mil millones de dólares, lo que generó 190 mil empleos en EU.
Además, alertó que, aunque no se ha concretado, el equipo jurídico estadounidense evalúa la posibilidad de imponer aranceles generales al sector agrícola mexicano, en medio de la exhortación de Trump a sus agricultores para producir más dentro de Estados Unidos.
En respuesta a esta situación, la UNTA anunció una movilización nacional del 12 al 14 de agosto con un plantón frente a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en la Ciudad de México. Su objetivo es exigir al titular Julio Berdegué Sacristán detener la creciente dependencia de México como primer importador de alimentos.
Los datos oficiales refuerzan la preocupación: la Agencia Nacional de Aduanas informó que en el primer semestre de 2025 las importaciones mexicanas de maíz blanco aumentaron un 253.2% respecto a 2024, alcanzando 586 mil toneladas métricas, con un precio promedio que bajó de 299.9 a 288.1 dólares por tonelada, y el total del grano proveniente exclusivamente de Estados Unidos.
Finalmente, según el Consejo de Granos de EU (USGC), México fue el principal comprador de productos agrícolas estadounidenses en el ciclo comercial 2023/2024, adquiriendo 35 millones de toneladas métricas, cifra que supera más del doble al siguiente país en importancia.
La UNTA advierte que, sin una estrategia clara para fortalecer la producción nacional, esta dependencia y vulnerabilidad podrían desencadenar una crisis alimentaria sin precedentes en México.
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