Por Juan Pablo Ojeda
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, mandó un mensaje claro al gobierno de Estados Unidos: si Donald Trump insiste en imponer aranceles a las exportaciones brasileñas, Brasil tomará represalias. Y no se trata solo de palabras: Lula anunció la creación de una comisión de emergencia para responder con acciones concretas.
En entrevista con el noticiero Jornal Nacional de TV Globo, Lula explicó que se reunirá con empresarios para evaluar el impacto de los nuevos aranceles, buscar mercados alternativos y definir medidas inmediatas. “No vamos a quedarnos cruzados de brazos mientras se castiga a nuestros productos sin diálogo”, afirmó el mandatario.
Los comentarios del presidente surgen tras el anuncio de Trump sobre un arancel del 50% a productos brasileños, supuestamente como represalia por la situación legal del expresidente Jair Bolsonaro. Una razón que Lula calificó de “inadmisible” y de una “falta total de respeto”.
“No nos consultaron, no nos enviaron una carta, nada. Simplemente lo publicó en su página web. Así no se trata a otro jefe de Estado”, reprochó Lula. En su opinión, el trato de Trump representa no solo una agresión comercial, sino también una intromisión directa en los asuntos internos de Brasil.
El presidente brasileño fue enfático: si la vía del diálogo no funciona, responderán con aranceles propios a las importaciones estadounidenses a partir del 1 de agosto. “Vamos a negociar. Pero si él juega a subir impuestos, nosotros también sabemos jugar”, advirtió.
Lula también subrayó que el juicio contra Bolsonaro es un asunto estrictamente legal y no político, y que cualquier intento de presionar al Poder Judicial brasileño desde el extranjero es inaceptable. “Aquí se respeta la presunción de inocencia. Lo que no aceptamos es la injerencia extranjera, mucho menos en decisiones judiciales”, puntualizó.
Mientras Trump endurece su política comercial contra varios países, Lula busca posicionar a Brasil como un actor firme, dispuesto a defender su soberanía, su economía y su respeto en la escena internacional. En esta nueva etapa de tensiones diplomáticas, Brasil parece listo para responder con la misma moneda.
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