La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán, acudió este sábado a la ceremonia por los 200 años de la Consolidación de la Independencia de México en el Mar, realizada en la fortaleza de San Juan de Ulúa, Veracruz. La legisladora asistió en representación de la Cámara baja, tras la invitación directa de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo.
El evento reunió a los titulares de los tres poderes de la Unión, entre ellos el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortiz. La presencia conjunta fue destacada por López Rabadán como una muestra del “poder trifurcado de los mexicanos”, en referencia al equilibrio republicano que históricamente ha definido la vida institucional del país.
A través de un mensaje difundido en su cuenta oficial de X, la diputada subrayó que conmemorar este aniversario desde San Juan de Ulúa tiene una carga histórica particular: en 1825, con la capitulación del último bastión español, se consolidó la soberanía mexicana en sus mares y costas, cerrando definitivamente el ciclo de la guerra de Independencia iniciada quince años antes.
López Rabadán sostuvo que el país enfrenta una etapa en la que es necesario fortalecer condiciones de paz y seguridad, garantizando que la ciudadanía sea respetada en su vida y patrimonio. Este planteamiento, dijo, forma parte de la visión del México que debe construirse en adelante, uno donde las instituciones funcionen con claridad y en respeto pleno al Estado de derecho.
La legisladora enfatizó que la pluralidad es un elemento central para el desarrollo democrático del país. En su mensaje, afirmó que México debe seguir siendo un espacio donde haya lugar para la diferencia, y donde todas las personas puedan expresar sus posiciones públicas sin temor ni restricciones.
La ceremonia se llevó a cabo en el contexto de las actividades oficiales que el Gobierno de México ha realizado durante 2025 para conmemorar episodios clave del proceso independentista. San Juan de Ulúa, una de las fortalezas más emblemáticas del periodo colonial, ha sido escenario de actos conmemorativos por su papel en el cierre definitivo de la dominación española en territorio nacional.
Durante el acto, autoridades civiles y militares recordaron la importancia de la defensa marítima para la joven nación mexicana del siglo XIX, así como el esfuerzo político y logístico que permitió expulsar a la guarnición española asentada en la fortaleza hasta 1825. Se destacaron además los retos actuales en materia marítima, desde la protección de puertos y rutas comerciales hasta la preservación del patrimonio histórico ubicado en zonas costeras.
La presencia de los tres poderes en un mismo evento republicano fue interpretada como un mensaje de cohesión institucional en medio de un escenario político marcado por tensiones y debates legislativos de alto impacto nacional. Para la Cámara de Diputados, la asistencia de su presidenta también refrenda su papel en la interlocución entre poderes y en la representación política del país.
Con el cierre del acto conmemorativo, autoridades federales subrayaron que la memoria histórica es un punto de partida para fortalecer la unidad nacional. San Juan de Ulúa, como símbolo de resistencia y soberanía, vuelve a colocarse en el centro del discurso público en un año donde la agenda del país combina retos de seguridad, gobernabilidad y desarrollo económico.

































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