La presidenta de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán, sostuvo un encuentro con la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), un grupo que no es cualquier cosa: ahí se concentran 124 marcas que juntas suman más de 49 mil tiendas en todo el país. Si hablamos en números, este sector no solo es motor de la economía, sino también del empleo, ya que en 2024 generó más de 1.2 millones de trabajos formales, y más de la mitad de ellos, un 53 por ciento, son ocupados por mujeres.
En la reunión se puso sobre la mesa un tema que nos toca a todos: cómo fortalecer la formalidad laboral frente a la competencia del comercio informal. Y es que mientras en las grandes cadenas se garantiza seguro social, prestaciones y sueldos regulados, en el mercado informal miles de mujeres trabajan jornadas de más de 48 horas a la semana y muchas veces ganan menos de un salario mínimo. Esa brecha es la que se busca atender desde el Congreso, donde se discute cómo diseñar políticas públicas que equilibren la cancha entre lo formal y lo informal.
López Rabadán escuchó las propuestas del presidente ejecutivo de la ANTAD, Diego Cosío Barto, y de la directora de Enlace Legislativo, Lucía Gutiérrez Maldonado. El compromiso de ambas partes fue claro: empujar mejores condiciones laborales y abrir más espacios de inclusión para las mujeres en este sector, que además de mover la economía, marca el día a día del consumo en México.
Más allá de los discursos, lo que se busca es que las políticas que salgan del Congreso logren lo que la gente espera: que trabajar en una tienda sea sinónimo de certeza laboral y de oportunidades reales, y no de explotación. El reto, como siempre, está en cómo transformar las buenas intenciones en reglas claras que realmente se cumplan.
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