Por Juan Pablo Ojeda
La tensión política entre California y la Casa Blanca volvió a encenderse luego de que un juez federal ordenara al Gobierno de Donald Trump finalizar el despliegue de la Guardia Nacional en Los Ángeles y devolver el mando de las tropas al gobernador demócrata Gavin Newsom, quien ha calificado la intervención como “ilegal” desde el inicio.
El conflicto se remonta a junio, cuando la administración Trump federalizó a más de 4 mil soldados de la Guardia Nacional de California sin la aprobación del gobernador, un movimiento que no se veía en Estados Unidos desde hacía seis décadas. La Casa Blanca argumentó que la medida era necesaria para contener protestas vinculadas a las redadas migratorias, pese a que la policía local ya había controlado la situación.
El juez Charles Breyer respaldó la postura del gobierno californiano, ratificando un fallo previo en el que determinó que el despliegue militar para frenar manifestaciones no tenía sustento legal. Breyer señaló que la administración Trump no pudo justificar que las protestas en Los Ángeles constituyeran una “rebelión” que ameritara la intervención federal.
En su sentencia, el juez enfatizó la importancia del equilibrio de poderes: “Los fundadores diseñaron nuestro gobierno como un sistema de controles y equilibrios. Sin embargo, los demandados dejan claro que el único control que desean es un cheque en blanco”, sentenció.
La orden judicial, que entrará en vigor el próximo lunes, da tiempo para que la administración Trump presente una apelación—un paso que ya anunció—según reportes citados por Fox.
Gavin Newsom celebró la decisión, señalando que la federalización de la Guardia Nacional no solo fue ilegal, sino que además interfirió con “operaciones esenciales” de seguridad pública en el estado. El gobernador demócrata ha sido uno de los principales contrapesos del presidente Trump en temas migratorios, ambientales y de seguridad.
Aunque la Casa Blanca llegó a controlar 4 mil 300 soldados en junio, en la actualidad solo poco más de 300 siguen bajo mando federal. El Pentágono incluso buscó movilizar tropas californianas hacia Portland, Oregón, pero otra jueza federal bloqueó ese intento.
El fallo de Breyer marca un nuevo capítulo en la disputa entre Trump y los gobiernos estatales demócratas, reavivando el debate sobre los límites del poder federal para intervenir en asuntos locales en momentos de tensión social.
































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