Por Juan Pablo Ojeda
El talento mexicano en el ciclismo internacional vuelve a hacerse notar, y esta vez con un nombre que ya empieza a resonar fuerte en Europa: Isaac del Toro. Con apenas 21 años, el tijuanense volvió a ganar una etapa en el Tour de Austria, consolidando su lugar entre los mejores del certamen y dejando claro que lo suyo no es casualidad, sino resultado de estrategia, potencia y visión en carrera.
La tercera etapa del Tour, con final en la dura subida de Gaisbergspitze, fue el escenario perfecto para que Del Toro ejecutara un ataque tardío pero certero. Aunque parecía que el momento clave ya había pasado, el mexicano apretó el paso en el momento justo y rebasó a Aj August, quien había lanzado una ofensiva 1.4 kilómetros antes de la meta. La respuesta fue inmediata y feroz.
Con esta victoria, Isaac no solo se lleva el reconocimiento de la etapa, sino que se coloca como líder entre los corredores más jóvenes del pelotón. Pero eso no es todo: ahora es segundo en la clasificación general, apenas por debajo del austriaco Felix Großschartner, quien mantiene la punta pero ya siente el aliento del mexicano en la nuca.
La actuación de Del Toro también tiene un valor táctico: después de haber sufrido durante algunos tramos del recorrido, se recuperó en conjunto con Großschartner, lo cual le permitió reorganizar su estrategia y lanzar el ataque definitivo. Lo más destacado es que no solo tuvo piernas, sino también cabeza fría y temple de veterano para saber cuándo moverse.
Este sábado 12 de julio, en la cuarta etapa, todos los ojos estarán sobre él. Isaac del Toro buscará acercarse aún más al liderato del Tour de Austria y, con ello, mantener viva la ilusión de ver a un mexicano coronarse en una competencia europea de alto nivel. En un deporte donde cada segundo cuenta y cada decisión puede cambiarlo todo, su nombre empieza a ocupar un lugar entre las promesas más serias del ciclismo internacional.
Con actuaciones como esta, Isaac se confirma como una de las grandes revelaciones del deporte mexicano, y lo mejor: apenas comienza.
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