Por Juan Pablo Ojeda
La Cámara de Diputados, a través de sus comisiones, dio luz verde a una serie de aumentos en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que impactarán a cigarros, refrescos y hasta videojuegos con contenido violento. La reforma, avalada por la Comisión de Hacienda y Crédito Público, busca no solo incrementar la recaudación, sino también desalentar el consumo de productos considerados nocivos para la salud y regular actividades de entretenimiento con potencial violento.
En el caso del tabaco, el impuesto para cigarros, puros y otros productos labrados pasará del 160 al 200 por ciento, mientras que los puros hechos a mano subirán del 30.4 al 32 por ciento. La cuota específica por cigarro aumentará gradualmente entre 2026 y 2030, alcanzando 1.15 por ciento, y se gravará al 100 por ciento la venta o importación de productos con nicotina, tomando en cuenta su contenido en miligramos.
Las bebidas azucaradas tampoco se libran. La reforma contempla elevar la cuota específica por litro de jugos y refrescos de 1.6 a 3.08 en 2026, incluyendo a las bebidas saborizadas con edulcorantes. La definición de edulcorante ahora incluye sustancias naturales o artificiales añadidas para dar sabor dulce.
Por primera vez, los videojuegos de contenido violento pagarán un impuesto del 8 por ciento, mientras que los juegos de apuestas y sorteos verán su tasa ajustada del 30 al 50 por ciento, aplicable también a medios electrónicos.
En materia de sueros orales, solo pagarán impuestos aquellos que no contengan exclusivamente glucosa anhidra, cloruro de sodio, cloruro de potasio y citrato trisódico, protegiendo así los productos esenciales de uso médico básico.
Con estos cambios, el Gobierno busca equilibrar la recaudación fiscal con medidas de salud pública y control del entretenimiento, aunque los consumidores y la industria ya analizan el impacto que tendrán en precios y ventas.
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