Por Juan Pablo Ojeda
En medio de una creciente tensión entre Estados Unidos y Venezuela, varios helicópteros de Operaciones Especiales estadounidenses realizaron ejercicios militares en aguas cercanas al país sudamericano, informó The Washington Post.
De acuerdo con el diario estadounidense, helicópteros de ataque MH-6 Little Bird y MH-60 Black Hawk volaron a menos de 145 kilómetros de la costa venezolana, en una zona próxima a plataformas petroleras y de gas, durante los primeros días de octubre.
Aunque Washington asegura que se trató de vuelos de entrenamiento, la operación ha despertado inquietud internacional por su coincidencia con el despliegue de fuerzas estadounidenses en el Caribe.
Un funcionario estadounidense, citado bajo anonimato, afirmó que “las aeronaves estaban realizando maniobras rutinarias” y que no forman parte de una ofensiva militar directa contra Venezuela. Sin embargo, el contexto político y militar entre ambas naciones ha elevado las sospechas de un posible movimiento de presión estratégica por parte del gobierno de Donald Trump.
Maniobras y despliegue militar
Las maniobras aéreas se suman a la presencia de embarcaciones de combate y aeronaves estadounidenses desplegadas en el Caribe bajo el argumento de combatir el narcotráfico, lo que ha incrementado la tensión en la región.
El presidente Donald Trump ha sido particularmente crítico con el gobierno de Nicolás Maduro, al que su administración acusa de liderar el “Cártel de los Soles”, una supuesta red de narcotráfico integrada por altos mandos del ejército venezolano.
Caracas, por su parte, ha denunciado una campaña de intimidación y agresión política por parte de Washington, señalando que los ejercicios militares y las declaraciones de Trump forman parte de una estrategia de desestabilización.
Operaciones encubiertas y ataques marítimos
Además del despliegue militar, fuentes de inteligencia revelaron que Trump autorizó operaciones encubiertas de la CIA en territorio venezolano, enfocadas —según la versión oficial— en la lucha contra el narcotráfico.
El mandatario estadounidense incluso admitió haber ordenado ataques contra embarcaciones sospechosas en aguas internacionales cerca de Venezuela, los cuales dejaron alrededor de 30 personas muertas, según reportes de medios locales e internacionales.
Washington sostiene que los barcos transportaban drogas, mientras que Venezuela acusa a Estados Unidos de actuar al margen del derecho internacional y de poner en riesgo la soberanía marítima venezolana.
Escalada regional
La reciente actividad militar estadounidense se da en un contexto de mayor fricción diplomática, con intercambios de acusaciones y advertencias mutuas entre ambos gobiernos.
Analistas consultados por The Washington Post advierten que este tipo de ejercicios podrían escalar en incidentes armados involuntarios, especialmente en una región donde la presencia militar estadounidense se ha incrementado notablemente durante los últimos meses.
Mientras tanto, el gobierno de Maduro ha movilizado unidades militares hacia la costa norte de Venezuela, en lo que calificó como un “operativo de defensa nacional”, asegurando que su país no se dejará intimidar por maniobras extranjeras.
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