USA a 13 de febrero de 2025 (Noticias de México).- La agenda económica del presidente Donald Trump enfrenta crecientes desafíos debido a una inflación que se resiste a ceder y a sus políticas comerciales proteccionistas, las cuales han desatado el temor a una guerra comercial que podría agravar aún más la situación inflacionaria en Estados Unidos.
Datos recientes del Departamento de Trabajo revelaron que la inflación en Estados Unidos se aceleró a un 3% anualizado en enero, superando las expectativas y marcando el mayor aumento mensual desde agosto de 2023.
Los costos de vivienda y los precios de los comestibles experimentaron incrementos notables, lo que ha generado preocupación entre los economistas y la Reserva Federal (Fed). Este repunte inflacionario se produce en un contexto de incertidumbre económica, con Trump prometiendo políticas comerciales, de inmigración y de gasto que podrían tener efectos mixtos en la economía, reavivando la inflación o sofocando el crecimiento.
Uno de los principales factores que alimentan los temores de una inflación acelerada son las políticas arancelarias de Trump. El presidente ha impuesto aranceles a productos provenientes de México, Canadá y China, lo que ha provocado represalias por parte de estos países y ha elevado el espectro de una guerra comercial perjudicial.
Los economistas coinciden en que los aranceles impactarán en los bolsillos de los estadounidenses, con un aumento en los precios de diversos bienes. Las empresas manufactureras han advertido que los aranceles sobre el acero y el aluminio, por ejemplo, repercutirían en las cadenas de suministro y provocarían un aumento de los precios.
Ante este panorama, la Fed se encuentra en una encrucijada. Si bien Trump ha instado repetidamente al banco central a bajar las tasas de interés, la persistencia de la inflación dificulta la implementación de una política monetaria expansiva.
Los funcionarios de la Fed han señalado que no tienen prisa por recortar las tasas y que el ritmo de los recortes se desacelerará en 2025. La guerra comercial y sus potenciales efectos inflacionarios se han convertido en una de las principales preocupaciones de los estadounidenses, especialmente de cara a las elecciones de noviembre.
Si Trump no logra controlar la inflación, podría erosionar la confianza de los votantes en su capacidad para cumplir su promesa de bajar los precios de los alimentos, la gasolina, la vivienda y otros bienes esenciales.
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