Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Taddei, dejó claro que el organismo no se cierra a la discusión sobre cambios en su estructura, pero subrayó que cualquier reforma debe priorizar la confianza de los ciudadanos y la calidad de los procesos electorales. Durante su participación ante la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral, así como frente al gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, y la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, Taddei hizo un llamado a debatir la eficiencia y el costo de la democracia sin comprometer su integridad.
“Estoy convencida de que el instituto no se niega al cambio, al contrario, creo que su vocación es contribuir a la discusión nacional y aportar, desde una visión técnica, ideas sobre cómo nuestra democracia puede y debe atender al contexto actual”, afirmó la funcionaria. Destacó que la sociedad tiene derecho a que cada peso invertido en el INE se traduzca en mayor confianza y certeza en los comicios, y que los procesos electorales deben verse como una inversión estratégica y no como un gasto aislado.
Taddei insistió en que la eficiencia administrativa es importante, pero nunca debe sacrificar la equidad ni la confiabilidad de las elecciones. La presidenta enfatizó que la optimización de recursos debe combinarse con la preservación de estándares que han costado años de construcción institucional, y que la calidad de los comicios es la base de la estabilidad democrática.
En su intervención, defendió la permanencia de los Organismos Públicos Locales (OPLE), destacando su papel crucial en mantener procesos homogéneos y confiables en todo el país. “No podemos dejar de lado la experiencia y la capacidad operativa que hoy nos brindan los OPLE. Por ello, necesitamos una reforma que dote a la autoridad electoral de herramientas precisas para responder a las demandas actuales”, señaló.
Taddei subrayó que la confianza ciudadana es el activo más valioso del INE y que cualquier cambio en su estructura debe preservar este capital. Su llamado fue a un diálogo técnico y constructivo, en el que se combine eficiencia administrativa con transparencia, legitimidad y credibilidad en los comicios. En pocas palabras, para el INE, reformar no significa debilitar, sino fortalecer la democracia mexicana.
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