Por Juan Pablo Ojeda
Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum fue clara: el estilo de vida ostentoso no encaja con los valores de la Cuarta Transformación. Esto, luego de que algunos funcionarios y legisladores de Morena protagonizaran recientes viajes internacionales que han generado polémica en redes y medios.
Sheinbaum recordó que fue el expresidente Andrés Manuel López Obrador quien puso sobre la mesa la idea de que los gobernantes deben vivir en “la justa medianía”, retomando el pensamiento de Benito Juárez. “Esta visión de él, de recuperación del pensamiento juarista, que lo llevó a cabo durante toda su vida y la Presidencia, es algo muy importante. Y eso no lo podemos perder los que pertenecemos a este movimiento”, recalcó.
En respuesta a las preguntas sobre si está decepcionada por el comportamiento de algunos integrantes de su partido, la presidenta no mencionó nombres, pero sí fue contundente: “El poder se ejerce con humildad”.
Aunque evitó entrar en una confrontación directa, Sheinbaum reafirmó los principios fundacionales de la llamada 4T: austeridad, cercanía con el pueblo y ética pública. “Los viajes lujosos y la vida lujosa no tienen que ver con el movimiento de transformación, independientemente de donde vengas”, dijo.
Sheinbaum también defendió la reciente reforma constitucional que obligará a los ministros de la Suprema Corte a ganar menos que la presidenta de la República, como parte del combate a los excesos del poder. “Ya no se trata de llegar al gobierno a rodearse de guaruras, ir a los mejores restaurantes o cambiarse de casa. Eso es lo que combatimos”, subrayó.
Este mensaje llega en un momento clave para Morena, cuando empieza a configurarse la nueva legislatura y se espera una revisión crítica del comportamiento público de sus integrantes. Sheinbaum, sin escándalos personales y con una imagen austera, busca mantener esa línea y mandar una señal clara a sus filas: el cambio no solo es de leyes, también de conducta.
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