Por Juan Pablo Ojeda
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, aseguró que el gobierno del presidente Donald Trump no enviará tropas a México ni tomará decisiones unilaterales en la lucha contra el narcotráfico, pese al reciente asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo.
En entrevista ofrecida desde Canadá, tras su participación en la Cumbre del G7, Rubio subrayó que Washington mantendrá su apoyo a México únicamente si el gobierno mexicano lo solicita.
“Estamos dispuestos a brindar toda la ayuda que necesiten. No vamos a tomar medidas unilaterales ni a enviar fuerzas estadounidenses. Podemos apoyarlos con equipo, entrenamiento e inteligencia, si nos lo pidieran”, declaró.
El funcionario estadounidense destacó que la cooperación bilateral está en su punto más alto, reconociendo los avances del gobierno mexicano en el combate al tráfico de fentanilo. “Los mexicanos están haciendo hoy más que nunca para detenerlo”, afirmó, además de resaltar la rapidez de las extradiciones y la coordinación sin precedentes entre ambos países.
Sin embargo, advirtió que el crimen organizado sigue representando una amenaza grave: “Estos cárteles son muy poderosos. No están motivados por ideología, pero en muchos casos poseen más armas, mejor entrenamiento y más inteligencia que algunos Estados nación”, señaló Rubio.
Mientras tanto, el canciller mexicano Juan Ramón de la Fuente también participó en la cumbre, donde llamó a respetar el derecho marítimo internacional y a mantener la cooperación regional sin vulnerar la soberanía de los Estados.
“Los esfuerzos colectivos contra las actividades ilícitas en el mar deben regirse por el derecho del mar”, sostuvo De la Fuente, subrayando que México mantiene su compromiso con la solución pacífica de controversias y el fortalecimiento de marcos legales que impulsen la conectividad marítima y combatan el contrabando y el narcotráfico.
Las declaraciones del canciller se dan mientras Estados Unidos realiza operaciones militares en el Pacífico oriental contra embarcaciones sospechosas de tráfico de drogas. En este contexto, México reiteró su disposición al diálogo y a la cooperación internacional, pero bajo pleno respeto a su soberanía nacional.
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