Noticias de México

Historia de lo inmediato

Diputados recuerdan a Machado con lectura y reflexión

Por Bruno Cortés

 

En medio de leyes, grillas y discusiones presupuestales, hay momentos en el Congreso mexicano en los que se abre espacio para algo mucho menos ruidoso pero igual de urgente: leer. Y no, no se trata de leer iniciativas, dictámenes o puntos de acuerdo. Esta vez fue para leer poesía.

La Cámara de Diputados organizó un círculo de lectura para conmemorar los 150 años del nacimiento del poeta español Antonio Machado, uno de esos autores que sobreviven a los vaivenes del tiempo y del gusto, porque sus palabras siguen diciendo algo que vale la pena escuchar.

La actividad fue impulsada por la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y las secretarías General y de Servicios Administrativos y Financieros del recinto legislativo. La sede fue el Rincón del Libro, un pequeño oasis dentro del Palacio Legislativo, gestionado por el Espacio Cultural San Lázaro, que dirige Elías Robles Andrade.

Y aunque esto pudiera parecer un acto menor en comparación con las reformas fiscales o las discusiones del presupuesto, Robles Andrade recordó algo clave: México está leyendo menos. Y en un país donde más de 95% de las personas saben leer y escribir, que baje el índice de lectura no es un problema de alfabetización, sino de abandono cultural.

El evento forma parte del Club de Lectura y Escritura, un proyecto que busca fomentar el hábito de leer por placer, no por obligación, en un entorno como el Congreso donde —paradójicamente— se escribe y se decide mucho, pero se lee poco lo que no sea político o técnico.

Participaron escritores como Emilio García Sainz, quien no se anduvo por las ramas: “En México hay un interés paupérrimo por la poesía”, soltó. Pero también explicó por qué seguir leyendo autores como Machado puede ayudarnos a comprender mejor quiénes somos y qué sociedad estamos construyendo. Habló de Campos de Castilla, uno de los libros clave del poeta sevillano, y de su capacidad de hablarle a su pueblo, a su tiempo y al futuro.

Otro que compartió visión fue Armando González Torres, también poeta y ensayista, quien definió a Machado como una figura “muy conservadora, pero también moderna”. Dijo que su obra logra mezclar lo clásico y lo nuevo, con una mirada filosófica, casi íntima, que lo vuelve más humano que ideológico, y más vigente que muchos autores de su generación.

¿Y por qué importa esto en un Congreso? Porque en tiempos donde todo se mide en votos, encuestas y presupuestos, la poesía tiene algo que decir sobre lo que no se puede contar con cifras: el sentido de la vida, la naturaleza, el amor, el desencanto, lo simple. Machado hablaba de todo eso sin caer en el fanatismo ni en el ruido de las consignas.

Recordarlo en San Lázaro no solo es un homenaje literario, sino un recordatorio de que la política también es cultura, y que una sociedad más lectora no se construye solo con reformas o programas sociales, sino con espacios como este, donde leer se convierte en acto público.

Y sí, entre dictámenes y votaciones, el Congreso también tiene tiempo para detenerse, respirar y leer en voz alta los versos de un poeta que entendía, mejor que muchos, lo que realmente importa cuando todo parece ir demasiado rápido.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *