Noticias de México

Historia de lo inmediato

Día del Capibara: ¿por qué todos aman a estos roedores gigantes y adorables?

Cada 10 de julio se celebra al animal que, sin ser originario de México, se ha ganado el cariño de millones de personas: el capibara. También conocidos como carpinchos o chigüiros, estos curiosos y simpáticos roedores son los más grandes del mundo, y gracias a su carácter tranquilo, social y adorable, se han convertido en estrellas virales y peluches irresistibles.

Aunque pesan más de 50 kilos y pueden medir hasta un metro en edad adulta, los capibaras son animales sociables que viven en manadas cerca de cuerpos de agua dulce. Son nativos de Sudamérica —de países como Brasil, Venezuela, Colombia o Argentina—, pero en México pueden observarse ejemplares en espacios como el Zoológico de Chapultepec y el de San Juan de Aragón, en la Ciudad de México.

Un amigo para todos… pero no para tener en casa

La ecóloga argentina Julia Mata explica que los capibaras son animales semiacuáticos, que necesitan el agua no solo para regular su temperatura, sino también como medio de escape frente a depredadores y para reproducirse. Gracias a sus patas palmeadas, son grandes nadadores.

Su carácter amistoso ha llamado la atención: pueden convivir sin problema con aves, tortugas e incluso cocodrilos, al punto de que se dejan ver tumbados junto a ellos sin inmutarse. Entre ellos también se cuidan como familia: las hembras, por ejemplo, comparten la lactancia de las crías, quienes pueden mamar de cualquiera de las adultas del grupo.

Pero ojo: esta ternura no significa que sean mascotas ideales. El maestro Itzócatl Maldonado Reséndiz, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, advierte que los capibaras no deben tenerse como animales de compañía. Son animales con requerimientos ambientales específicos, pueden ser agresivos y, en la naturaleza, evitan el contacto humano. Su comportamiento tranquilo no debe confundirse con docilidad doméstica.

Ecosistemas más sanos gracias a su voraz apetito

Aunque su sistema digestivo no es muy eficiente —lo que los obliga a consumir mucha biomasa vegetal y producir abundantes excrementos— esta característica beneficia al medio ambiente. Al mantener áreas de pasto más bajo, permiten que otras especies vegetales y animales florezcan. Además, estas zonas despejadas pueden frenar la propagación de incendios forestales al reducir el material inflamable.

De la naturaleza al peluche viral

Lo que antes solo se veía en documentales de fauna silvestre, ahora aparece convertido en videos virales, stickers de WhatsApp y peluches en tiendas. Su apariencia tierna y su comportamiento sereno han hecho que muchas personas se identifiquen con estos animales. En redes sociales se les retrata como el epítome de la tranquilidad y la armonía con el entorno.

A pesar de su fama reciente, los capibaras siguen cumpliendo un papel clave en sus ecosistemas. Y aunque no vivan naturalmente en México, su presencia en zoológicos sirve para aprender, observar y valorar una especie que, sin quererlo, ha cruzado fronteras y ahora es símbolo de calma en un mundo acelerado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *