Por Juan Pablo Ojeda
Alejandra Cuevas Morán volvió al centro del debate público tras responderle directamente a la presidenta Claudia Sheinbaum, luego de que la mandataria elogiara el trabajo del exfiscal Alejandro Gertz Manero y confirmara que ocupará una embajada en el extranjero. Para Cuevas, esas declaraciones fueron una señal de respaldo político a quien —asegura— fue el responsable de que pasara 528 días en prisión por un delito inexistente.
La historia que Cuevas volvió a poner sobre la mesa es una de las más polémicas de los últimos años: ella y su madre fueron acusadas por Gertz Manero por presuntas omisiones en el cuidado de su hermano, quien falleció en 2015 por causas médicas. Con esas imputaciones, la entonces Fiscalía General reabrió un caso que ya había sido archivado, lo que llevó a Cuevas a una prisión injustificada, según determinó la Suprema Corte de Justicia.
Y justamente esa resolución fue el eje de su mensaje. Cuevas recordó que la Corte calificó su encarcelamiento como ilegal y que la figura usada para procesarla —“garante accesoria”— fue creada a modo para complacer a Gertz. “¿Eso es interpretable? ¿O es sentencia?”, cuestionó, marcando distancia con la postura presidencial, que presentó las decisiones de la FGR como temas de criterio y valoración.
Pero el reclamo no se quedó ahí. Cuevas también recordó que su expediente fue admitido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, lo que implica un reconocimiento formal de que su caso podría constituir una violación sistemática de sus garantías procesales. “¿Eso es opinión? ¿O es condena internacional?”, lanzó.
En su mensaje, detalló nuevamente el costo personal que implicó el proceso: más de año y medio en prisión, amenazas contra sus hijos, persecución judicial y la sensación de seguir vulnerable frente a quienes identifica como sus agresores. Y criticó que, pese a todo ello, no haya recibido disculpas ni reparación.
Cuevas acusó directamente a Gertz Manero y también señaló a Ernestina Godoy por reabrir investigaciones archivadas, asegurando que ella fue parte central en lo que describe como un caso fabricado.
La Cámara de Diputados, dijo, ya reactivó el procedimiento de juicio político contra el exfiscal, mientras organismos internacionales mantienen vivo su expediente. Por ello, advirtió que seguirá respondiendo cada vez que desde el gobierno —a su juicio— se quiera distorsionar lo ocurrido.
“Cada vez que usted mienta, yo voy a recordar la verdad”, expresó en un mensaje directo a la presidenta. “Su enojo no me asusta. Me confirma que voy por buen camino. Cuando le molestan las preguntas, es porque las respuestas la incomodan”.
El caso Cuevas vuelve así a tensar el ambiente político, recordando que algunos expedientes del pasado siguen abiertos, no solo en los tribunales, sino también en la memoria pública.
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