Por Juan Pablo Ojeda
Alejandro Moreno Cárdenas, senador y dirigente nacional del PRI, cuestionó el silencio de Morena frente a la entrega del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, líder opositora venezolana. A través de su cuenta de X, el priista celebró el reconocimiento y lo calificó como un mensaje directo contra los regímenes autoritarios en América Latina.
Moreno afirmó que el galardón “no es una casualidad”, sino un acto que representa —en sus palabras— un rechazo a “las narcodictaduras terroristas y comunistas” que operan mediante represión y vínculos con el crimen organizado. Aseguró que este premio simboliza la resistencia de quienes “no se arrodillan ante el poder del crimen”.
El legislador comparó la situación de Venezuela con la de México, acusando al gobierno federal de incurrir en prácticas de persecución política y mantener una relación permisiva con el crimen organizado. Señaló que, al igual que en Venezuela, en México también existe un deterioro institucional que afecta la vida democrática.
Para Moreno, la distinción otorgada a Machado es un símbolo de valentía y un espejo de lo que, asegura, ocurre en la oposición mexicana: voces que incomodan a quienes están en el poder. Agregó que la disputa política en la región divide a quienes defienden la democracia y a quienes gobiernan —según él— mediante miedo y violencia.
En un mensaje adicional, el dirigente priista destacó el significado político de la llegada de Machado a Oslo para recibir el Nobel en su nombre. Calificó la ceremonia como “un grito de libertad que el mundo entero escucha” y sostuvo que la resistencia venezolana refleja un desafío a lo que llamó “narcodictadura”.
Añadió que el caso venezolano es una alerta para el mundo ante el avance de gobiernos autoritarios y vinculó esta preocupación con lo que, según él, enfrenta México: una lucha por defender instituciones, libertades y la pluralidad democrática.

































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