Por Juan Pablo Ojeda
La cadena ABC anunció este miércoles que retirará indefinidamente de su programación el popular programa nocturno Jimmy Kimmel Live!, tras la polémica generada por los comentarios del comediante sobre Charlie Kirk, activista conservador asesinado el pasado 10 de septiembre. La decisión se produce después de que Nexstar Media, una de las mayores compañías de medios de Estados Unidos con decenas de canales afiliados a grandes cadenas, confirmara que no emitiría el programa en sus mercados.
El origen de la controversia se encuentra en un segmento del programa transmitido el lunes por la noche, donde Kimmel criticó la reacción de la llamada pandilla MAGA ante el asesinato de Kirk. En sus palabras, “La pandilla MAGA trató desesperadamente de tildar a este muchacho (Tyler Robinson), que asesinó a Charlie Kirk, de cualquier cosa menos de ser uno de ellos y de hacer todo lo posible por sacar rédito político”. Además, Kimmel incluyó un clip donde se mostraba al presidente Donald Trump siendo cuestionado sobre el asesinato y respondiendo: “creo que muy bien”, antes de pasar a hablar sobre la construcción de una nueva sala de baile en la Casa Blanca.
Nexstar se pronunció enérgicamente en contra de los comentarios de Kimmel y anunció que reemplazaría su programa con otra programación en los canales afiliados. Por su parte, la cadena ABC calificó la suspensión como una medida necesaria ante la controversia generada, sin ofrecer fecha para su regreso.
Jimmy Kimmel, nacido en Nueva York en 1967, conduce su programa nocturno desde 2003. Durante dos décadas, Jimmy Kimmel Live! ha destacado por sus entrevistas, sketches satíricos y cobertura de la actualidad política, logrando un liderazgo constante en ratings y viralidad en redes sociales. Antes de llegar a la televisión nacional, Kimmel trabajó en radio y en televisión local, desarrollando su característico estilo sarcástico y crítico. Además, ha participado como actor, productor y conductor, recibiendo múltiples premios Emmy por su labor en la comedia televisiva.
El incidente marca un nuevo episodio en la discusión sobre los límites del humor y la responsabilidad de los medios ante temas delicados como la violencia política y los asesinatos. La suspensión del programa pone sobre la mesa la creciente sensibilidad de las audiencias y las empresas de medios hacia los comentarios de figuras públicas, incluso cuando se expresan dentro de un contexto satírico o de entretenimiento.
Expertos en comunicación señalan que este caso refleja la tensión entre libertad de expresión, crítica política y responsabilidad mediática, especialmente en un país como Estados Unidos, donde el humor político ha sido históricamente un canal para comentar la actualidad, pero también un foco de polémica en un clima cada vez más polarizado.
La decisión de ABC y Nexstar podría sentar un precedente sobre cómo los medios gestionan el contenido polémico y la reacción de la audiencia frente a declaraciones de figuras públicas de alto perfil, anticipando un debate sobre el papel de la sátira en la política contemporánea.
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