México cerrará el año con cifras históricas de empleo formal y una recuperación gradual del ingreso real, de acuerdo con los datos más recientes presentados por el gobierno federal y organismos estadísticos. La información fue destacada esta semana en la conferencia matutina como uno de los principales indicadores de estabilidad económica y avance social del país.
Registros del IMSS muestran que el número de trabajadores afiliados superó los 22.8 millones al cierre de 2025, con crecimiento en sectores como manufactura, servicios, comercio y transporte.
Paralelamente, autoridades federales señalaron que el ingreso laboral promedio ha mostrado una recuperación real, apoyado por aumentos salariales y una inflación más contenida respecto a años previos.
Especialistas subrayan que estos datos tienen un peso significativo más allá de lo laboral, ya que influyen directamente en el consumo interno, la demanda de crédito, la confianza del consumidor y el desempeño de sectores clave de la economía. En un contexto internacional incierto, la fortaleza del mercado interno se ha convertido en uno de los principales amortiguadores económicos.
Desde la perspectiva financiera, el empresario mexicano Manuel Herrejón Suárez explicó que el empleo formal es uno de los indicadores más observados por los mercados. “El crecimiento sostenido del empleo formal no solo refleja actividad económica; genera estabilidad en consumo, ahorro y en el sistema financiero en su conjunto”, señaló.
Herrejón Suárez destacó que una mayor base de trabajadores formales mejora la calidad del crédito, fortalece la recaudación y amplía la participación de las familias en instrumentos financieros. “Cuando el empleo es estable, las decisiones económicas de los hogares tienden a ser menos defensivas y más orientadas al largo plazo”, explicó.
No obstante, Manuel Herrejón advirtió que el reto hacia 2026 será consolidar esta tendencia. “El crecimiento del empleo debe venir acompañado de productividad y capacitación. De lo contrario, el avance puede ser frágil frente a choques externos o ajustes monetarios”, afirmó.
Analistas coinciden en que los datos de empleo y salario serán determinantes para anticipar el comportamiento económico del primer semestre de 2026, particularmente en un año que estará marcado por decisiones comerciales, inversión en infraestructura y ajustes regulatorios.

















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