Una investigación conjunta de CONNECTAS y El Universal destapó la dimensión real del reclutamiento forzado del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una práctica que ha crecido durante más de una década y que hoy afecta a decenas de comunidades en el occidente del país.
Entre 2011 y 2025, los reporteros documentaron 12 centros de adiestramiento y 17 campamentos operados por el cártel en 21 municipios de Aguascalientes, Jalisco, Michoacán y Zacatecas. Se trata de una red activa que funciona como fábrica de nuevos integrantes, principalmente adolescentes.
Dónde están operando
Los puntos más críticos se ubican en:
- Puerto Vallarta (Jalisco)
- Teuchitlán (Jalisco)
- Tala (Jalisco)
- Uruapan (Michoacán)
- Aguililla (Michoacán)
- Lagos de Moreno (Jalisco)
- Genaro Codina (Zacatecas)
En Teuchitlán y Tala se identificaron 3 centros de adiestramiento por municipio, convirtiéndolos en los focos más rojos de la región.
El hallazgo llega 8 meses después del descubrimiento del rancho Izaguirre, en Teuchitlán, que operaba como campo de entrenamiento para nuevos miembros del CJNG.
Cómo reclutan: engaños, traslados y control
El reportaje revela el testimonio de Sara Jazmín, conocida como “La Miche”, capturada en agosto en Quintana Roo. Según confesó, trabajaba como operadora de reclutamiento en Jalisco, Guerrero y Michoacán, recibiendo 1,000 pesos por cada joven entregado al grupo criminal.
El primer contacto se concreta a través de TikTok y Facebook, donde publican ofertas de empleo que prometen trabajos de seguridad privada. Los adolescentes creen que tendrán un ingreso estable, pero terminan en casas controladas por el cártel.
El caso de José
José, uno de los jóvenes reclutados, relató que fue contactado por Facebook. Tras aceptar la oferta, lo trasladaron desde la Nueva Central Camionera de Guadalajara hasta Puerto Vallarta.
Ahí recibió “adiestramiento” y le prometieron un pago de 4,000 pesos semanales. Al llegar, se encontró una casa llena de menores reclutados:
“Había como siete personas, todos hombres y menores de 18 años”, contó.
Un problema ignorado: menores reclutados por el crimen
La investigación advierte que el reclutamiento de menores sigue sin atención real. Un ejemplo reciente fue el asesinato de Carlos Manzo, donde el presunto autor material es Víctor Manuel “N”, de 17 años, quien habría sido reclutado por un grupo criminal.
A pesar del contexto violento, en México no existe un marco jurídico que tipifique el reclutamiento forzado como delito grave, lo que dificulta la persecución de quienes operan estas redes.




































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