El LSD, históricamente asociado al movimiento contracultural de los años sesenta, podría convertirse en una herramienta terapéutica para enfrentar la ansiedad en la era moderna. Un nuevo ensayo clínico publicado en el Journal of the American Medical Association mostró que una única dosis de MM120, una formulación farmacéutica oral de LSD, produjo alivio rápido y duradero en pacientes con trastorno de ansiedad generalizada.
De acuerdo con los investigadores, los participantes experimentaron una reducción significativa de sus síntomas en cuestión de días, con efectos que se prolongaron al menos tres meses. Lo notable es que esto ocurrió sin sesiones de psicoterapia asistida, práctica que comúnmente acompaña a los estudios con psicodélicos. En este caso, los monitores estuvieron presentes únicamente para garantizar la seguridad de los pacientes.
La dosis adecuada marca la diferencia
El estudio incluyó a 198 adultos de entre 18 y 74 años, quienes recibieron al azar una de cuatro dosis de MM120 (25, 50, 100 o 200 microgramos) o un placebo. Los resultados mostraron que la dosis de 100 microgramos fue la más eficaz, proporcionando un alivio duradero de la ansiedad sin aumentar en exceso los efectos secundarios.
Las dosis bajas (25 y 50 microgramos) no mostraron mejoras significativas frente al placebo, mientras que la dosis más alta (200 microgramos) provocó más efectos adversos, como náuseas y alucinaciones, sin ofrecer beneficios adicionales respecto a los 100 microgramos.
En general, casi el 93% de quienes recibieron esta dosis óptima reportaron alucinaciones y alrededor del 40% náuseas, efectos esperados en experiencias psicodélicas, según los investigadores.
Una vía terapéutica en debate
El Dr. Nehal Vadhan, codirector del Centro de Investigación y Tratamiento de Psicodélicos de Northwell Health en Nueva York, destacó la importancia del hallazgo: “Definitivamente creo que los psicodélicos son un tratamiento viable para el futuro”. Sin embargo, advirtió que lograr la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) será un desafío, ya que recientemente rechazó el uso de MDMA como tratamiento para el trastorno de estrés postraumático, pese a la evidencia favorable.
Otro reto radica en la dificultad de diseñar un placebo efectivo, ya que resulta evidente para los participantes si han recibido un psicodélico real, lo que podría influir en sus percepciones y en la evaluación de los síntomas.
El futuro de los psicodélicos en medicina
El interés científico en los psicodélicos como herramientas terapéuticas sigue creciendo, con estudios que exploran su potencial para tratar depresión, ansiedad, adicciones y estrés postraumático. Aunque los resultados son alentadores, los expertos coinciden en que todavía queda un largo camino regulatorio y de investigación para que compuestos como el LSD pasen de los laboratorios a los consultorios médicos.
Por ahora, el LSD comienza a dejar atrás su fama de droga contracultural para perfilarse como una posible alternativa en la lucha contra la ansiedad clínica, uno de los trastornos de salud mental más comunes en el mundo.
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